La anemia infecciosa equina (AIE) es una enfermedad que afecta a los équidos y se transmite a través de la mordedura de algunos insectos y de cualquier objeto punzante que contenga sangre de un caballo enfermo.
Es importante destacar que la enfermedad es de baja diseminación y no es una zoonosis, es decir, no existe la posibilidad de transmisión del virus a las personas.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) lleva adelante una campaña para prevenir la AIE. Siguiendo esa línea, los profesionales de la entidad verifican la vigencia del test de la enfermedad y la vacunación de influenza, además entregan material con información sobre las medidas de prevención.
El objetivo es concientizar sobre las ventajas de la prevención y recordar la obligatoriedad del diagnóstico de AIE previo al movimiento de equinos el cual, en la región central del país, tiene una vigencia de 60 días. El correcto diagnóstico evita la difusión territorial del virus, permite la detección de equinos portadores y favorece así al control de la enfermedad.
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El virus de AIE se transmite a través de la picadura de distintos tipos de tábanos portadores y también por el empleo de objetos cortopunzantes que contengan sangre infectada. Son medidas efectivas para la prevención: utilizar agujas y jeringas descartables, insecticidas para el control del tábano y la desinfección de elementos de montar que puedan contener sangre.
La presencia y trabajo del Senasa en el control de tránsito y eventos que involucra gran concentración de caballos promueve la instalación de pautas para que propietarios y tenedores de equinos contribuyan en el reconocimiento del estatus sanitario equino argentino.