Esta semana se conocerá la respuesta de las autoridades chinas a la propuesta de Argentina luego de recibir días atrás el protocolo sanitario del país asiático para dar inicio al comercio entre ambas naciones de carne vacuna con hueso y enfriada que se sumarán a los envíos de carne congelada. El objetivo es llegar a un acuerdo en breve para que los primeros embarques salgan en el 2018.
Autoridades del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) llegaron al país luego de llevar las respuestas locales a la propuesta de China.
Fuentes oficiales y de la industria señalaron que en el caso de la carne enfriada no hubo muchas objeciones y sólo quedaba por determinar la temperatura y el PH. Mientras que el problema se suscitaba en la carne con hueso dado que los chinos establecieron una serie de requisitos a partir de que el alimento argentino es libre de aftosa con vacunación.
"Sucede que nos pidieron muchas exigencias que están por arriba de lo que normalmente establece la Organización Internacional de Sanidad y Bienestar Animal (OIE, por sus siglas en inglés) a las cuales ambos países adhieren y por ende China debe acatar dichos requerimientos", coincidieron las fuentes.
Es en este punto donde los técnicos buscan lograr un entendimiento para dar el visto buevo a la apertura. Se entiende que los chinos redujeron sus exigencias, pero se entiende también que buscan garantizar el cuidado de sus consumidores.
Actualmente China es el primer destino de la carne vacuna argentina sin hueso al representar el 43% de los envíos en los primeros nueve meses del año por u$s258 millones; es decir, un 56% por arriba de los u$s168 millones de 2016.
Con la incorporación de la carne con hueso, Argentina ingresa en un mercado importante en volumen pero no en calidad.
China junto a Marruecos son los únicos países que compran este tipo de productos, que forman parte de la dieta alimentaria diaria y también como propiedades medicinales.
En lo que va del año, China lleva importado 95.000 toneladas, lo que responde a ingresos por u$s250 millones. En promedio la tonelada se paga a u$s2.500.
El negocio es interesante para el sector dado que para cubrir la demanda la industria compra vacas, una categoría por demás de descarte y cuyo valor de kilo vivo se encuentra entre los $24 a $20, frente a los $35 que se paga por los novillos con destino al mercado interno.
Por otro lado, Agroindustria había anticipado en agosto pasado por medio de un comunicado la llegada de los técnicos chinos para inspeccionar las nuevas plantas no sólo para carne vacuna sino también aviar.
Fuentes oficiales consultadas, adelantaron que "muy seguramente" antes que termine el 2017, ya estará el aval de las autoridades de China para empezar a definir los primeros embarques.
El acuerdo incluye nuevas categorías autorizadas de cortes bovinos de mayor calidad para ser consumidos mayormente en restaurantes, supermercados y hoteles cinco estrellas de China.
Las mismas fuentes dieron a entender también la posibilidad de que se pueda exportar menudencias, un producto que llega vía Hong Kong, pero que ahora podría darse en forma directa.
En definitiva, la apertura de un mayor volumen de carne a China está cerca. Una negociación que empezó en la gestión anterior y que se aceleró con la llegada del nuevo gobierno. El beneficio es para Argentina.
El gigante asiático es el primer destino del producto argentino al representar el 43% de los envíos
La apertura de la nueva plaza le significará al país el ingreso a un mercado de u$s250 M
Negociaciones demoradas
Se alargan los plazos a EE.UU.
"Estamos en proceso de consultas entre los organismos sanitarios de ambos países y esperamos que en los próximos días dar inicio a la apertura", del ingreso de carne vacuna a los Estados Unidos, de esta forma fuentes oficiales confirmaron que aun faltan algunos detalles para que el producto local vuelva al mercado estadounidense.
Vale recordar que la Organización Mundial de Comercio (OMC), le dio la razón a la Argentina, al reconocer que no hay motivos para que los EE.UU. impida el ingreso de carne vacuna. Son más de u$s300 millones que podrían llegar en concepto de divisas al país.
Si bien las autoridades estadounidenses enviaron a sus técnicos y exigieron que Argentina tenga un laboratorio para análisis "adecuado", luego surgieron exigencias que impidieron la continuidad de la apertura.