A partir de la implementación de tecnologías sustentables, Argentina cumple con su compromiso asumido en el Protocolo de Montreal, un acuerdo internacional ambiental que apunta a recuperar la capa de ozono.
Ratificado por 165 países, entre ellos la Argentina, el Protocolo de Montreal apunta a disminuir la producción y consumo de las diversas sustancias que agotan el ozono y la tasa de crecimiento de su concentración atmosférica.
Una de estas sustancias es el bromuro de metilo, un gas ampliamente usado en el sector agrícola en tratamientos de control de plagas y desinfección de suelos y sustratos.
Con este objetivo, el INTA fue convocado para llevar adelante tres proyectos de sustitución del bromuro de metilo.
Así, se logró su reemplazo en la producción de almácigos de tabaco, mediante el proyecto "Prozono", así como en la postcosecha de cítricos y algodón, mediante el proyecto "Más ozono".
Para los cultivos de hortalizas, frutilla y ornamentales, se creó el proyecto "Tierra Sana" que es implementado por el INTA junto con la organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI).
Fruto del trabajo de más de 20 años se desarrollaron alternativas que permiten la desinfección del suelo y los sustratos de manera sustentable.
"El objetivo inicial del proyecto es acompañar al productor en la reconversión tecnológica que implica la sustitución de estas sustancias por alternativas de manejo y tecnologías sustentables. Para ello, se investigaron, validaron e implementaron prácticas de manejo y tecnologías alternativas", explicó Analía Puerta, coordinadora nacional del proyecto "Tierra Sana" e investigadora del Instituto de Floricultura del INTA Castelar.
A escala internacional, el proyecto construyó una red de vinculación con referentes en la temática en países que también lograron el reemplazo total del bromuro de metilo en sus cultivos.
Se cuenta con material bibliográfico de consulta sobre las alternativas desarrolladas y periódicamente se realizan jornadas de actualización técnica".
Las acciones del proyecto Tierra Sana impulsan las buenas prácticas agrícolas de nuestro país y la economía circular, al tiempo que contribuyen al cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible ("ODS") trazados por la Organización de las Naciones Unidas en la agenda 2030.
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En ese sentido, "la meta final, asumida por los países que integran el Protocolo de Montreal, es llegar a la recuperación total de la capa de ozono", explican. Para ello, "se ha logrado dar un paso trascendental al registrarse, en los últimos veinte años, la mayor reducción del agujero de ozono".
Argentina entre los países que protegen la capa de ozono
Nuestro país cumple con su compromiso asumido en el Protocolo de Montreal, apuntado a recuperar la capa de ozono. El aporte técnico del @intaargentina en el desarrollo de alternativas sustentables.https://t.co/XJ1r4YLYQD pic.twitter.com/2vt6g6ucit
— INTA Informa (@INTAInforma) April 26, 2023
El cumplimiento del Protocolo de Montreal también contribuye con las acciones frente al cambio climático, ya que muchas de las sustancias eliminadas son también potentes gases de efecto invernadero. Y si se continúan cumpliendo con las acciones acordadas, la capa de ozono podría recuperarse hasta su normalidad hacia el año 2050.
Una sustancia, numerosas alternativas para reemplazarla
Entre las alternativas que permitieron reemplazar gradualmente el bromuro, enumeraron las físicas, las biológicas y las químicas, todas ellas capaces de ser empleadas de manera eficiente y sustentable.
Entre las alternativas físicas se encuentran la solarización, un método de desinfección que utiliza la energía solar.
Por su parte, los colectores solares son alternativas que también se basan en aumentar la temperatura que produce la radiación solar.
El vapor de agua, también ha sido utilizado como método físico de desinfección. La biofumigación, que consiste en el agregado de materia orgánica al suelo o sustrato; y la biosolarización que combina la solarización y la biofumigación.
Por último, existen las denominadas alternativas químicas que son fumigantes que no dañan la capa de ozono.
Para complementar y potenciar los métodos de desinfección del suelo y sustratos se pueden combinar con otras técnicas como: polietilenos barrera, que permiten reducir la dosis de fumigantes, plantas injertadas que otorgan mayor resistencia al ataque de plagas y el cultivo sin suelo conocido como hidroponía.
Entre otras prácticas, se destaca también el uso de microorganismos benéficos y bioinsumos. Recientemente se están desarrollando diferentes alternativas de desinfección para conseguir la adecuada disposición y reutilización de sustratos.