Sin dudas que el actual presidente Javier Milei obtuvo un histórico triunfo el pasado 19 de noviembre cuando se impuso en 21 de los 24 distritos electorales del país, pintando el mapa de violeta, que es el color con el que se identifica a la La Libertad Avanza.
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Una vez que asumió, con el deseo de cambio en el aire, muchos que tenían ciertas dudas también se sumaron a la ola triunfalista, multiplicando la esperanza en el nuevo Gobierno libertario en Argentina.
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¿Apoyo a Milei o voto contra el "kircherismo"?
Al ver encuestas, redes sociales, declaraciones en medios de comunicación o escuchar a la propia calle, se percibía claramente que en muchos casos el voto hacia Milei no fue un apoyo explícito a su figura o propuestas, sino que más bien fue un voto castigo hacia el anterior Gobierno y más específicamente contra "los kirchneristas", cuando en realidad poco había de esas ideas o personajes en la fórmula Massa-Rossi.
Con ese panorama empezó a caminar el gobierno de Javier Milei. Por un lado la adhesión enceguecida de mucho jóvenes, pero también de ciudadanos de distintas edades y los más diversos niveles sociales y por el otro, el acompañamiento de muchos "independientes" no conformes con la situación económica y la corrupción, esta última en algunos casos comprobada y hasta con condenas de la Justicia y en otras solo como títulos periodísticos o historias que van de boca en boca.
Ante el amplio descontento, algunas palabras elegidas inteligentemente por Javier Milei y su equipo calaron hondo, como "achicar el Estado", que "la casta pague el ajuste" y esa famosa "libertad", de la que muchos estaban y están deseosos, sobre todo los jóvenes, a veces por cuestiones propias de la edad y otras porque están cansados de trabajar y no llegar a nada o de ver cómo otros hacen menos que ellos y están notablemente mejor.
De ese lado también se encuentra el sector productivo, que tiene que lidiar históricamente con la parte climática y la política. Desde las economías regionales se encuentran fastidiosos de trabas burocráticas, de lo que se considera la alta presión impositiva, la imposibilidad de conseguir algunos insumos y las famosas retenciones. Es por ello que resonaba la frase "solo déjenos trabajar", en referencia a los gobiernos de turno. Milei prometía eso también.
Los arrepentidos de Milei
El apoyo en la calle sigue alto. Sin embargo, primero como voces aisladas y ahora ya más en un marco institucional, algunos de los que eligieron a La Libertad Avanza, a poco más de un mes ya se han convertido en "los arrepentidos de Milei".
Es paradójico, porque salvo acciones puntuales, el nuevo presidente -por el momento- la mayoría de las cosas que dice, hace o quiere hacer, son las que dejó en claro más de una vez durante la campaña y los propios debates presidenciales. Es por ello, que no debería sorprender, menos a sus votantes... No obstante, como dijimos anteriormente, en algunos casos fueron conducidos por el "voto castigo" o "enceguecido" por esa sed de cambio o venganza a lo viejo.
A unas semanas de haber asumido, empezaron a aparecer voces aisladas en medios de comunicación, donde en esas famosas entrevistas al azar en la calle, salían los que no veían un cambio rápido o pensaron que no iba a hacer algunas cosas que anunció en campaña y efectivamente las concretó. Todo ello se podría resumir con el entrerriano que al querer cargar combustible expresó que "con los peronistas estamos mejor" y fue viral.
Sin embargo, desde las economías regionales había esperanza especialmente por la quita total de retenciones, muchas de las cuales ya no existían en el último tramo de la gestión de Sergio Massa. Acá sí, el flamante presidente faltó en parte a la verdad durante la campaña porque lejos de bajar retenciones, las pretende aumentar. Todo sería temporal, "hasta que la situación mejore", pero en el campo ya escucharon esas mismas promesas años anteriores.
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Es por ello, que acá si se entiende cierta desazón y la misma se expone ya en un marco más institucional, por lo que entidades de la Mesa de Enlace se expresaron mediante comunicados contra la suba de los derechos de exportación al igual que cámaras que representan a cada uno de los sectores, como por ejemplo el maní.
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También salieron a alzar su voz dirigentes nacionales y provinciales, algunos cercanos a las ideas del nuevo Gobierno, como los tres gobernadores de la Región Centro, Maximiliano Pullaro, Martín Llaryora y Rogelio Frigerio que saben que son de las provincias que más aportan a las arcas nacionales y responden a sus votantes.
Además, en la redes sociales ya hay perfiles que se encargan de retransmitir esos mensajes de arrepentidos de Milei, o con al menos algunas de sus acciones. Esto último parece una cuestión menor, pero visto desde la óptica oficial y el éxito que logró la campaña de LLA en internet, si ese descontento va en aumento puede preocupar a los dirigentes.
Así todo, hay un largo camino por delante. Son días y semanas de negociaciones, donde cada uno parece pelear por lo suyo. Recién allá por marzo o más entrado en 2024 el panorama estará más claro y se podrá determinar con mayor énfasis quienes quedaron satisfechos y los que seguirán descontentos con la Ley Ómnibus y otras tantas iniciativas.
