Carlos Tejedor, ciudad de la provincia de Buenos Aires, ya no recibe más de $2700 millones. Esto se debe al descenso en el número de vacas y en aquella basta producción de terneros. La sequía fue el verdugo.
Así lo señaló un informe realizado por Dante Garciandía, productor y vendedor de insumos de la región, que viene siguiendo la evolución de la producción en ese partido.
Dante Garciandía
“El sector ganadero, en este momento, debido a las lluvias de abril último logró recuperar base forrajera, y pasturas implantadas, que venían muy mal por la sequía en la zona, ni lluvias ni napa freática disponible; la recuperación no es instantánea, pero sí mejora el ánimo y permite proyectar. Los rodeos transitan el último tercio de gestación, algunos en estado corporal normal, otros de muy mala forma, y con datos de preñeces de entre 60 y 70% versus 80-90 como normales; no esperemos magia”, manifestó el productor.
En sentido, consigno que, comparando con la campaña anterior, según los datos obtenidos a través de la Asociación Tejedorense para la Sanidad Animal, la última vacunación contra la aftosa arrojó 10.264 vacas menos, una reducción de 7540 vaquillonas y una merma de 7256 terneros y terneras.
Carlos tejedor y la tendencia ganadera actual
“O sea seguimos en una tendencia a la baja, como se expresó en el informe ganadero de mayo de 2023 por la Asociación Rural Carlos Tejedor, y nadie reacciona, ni entidades afines, ni representantes del sector ganadero de los distintos niveles del gobierno”, señaló.
Garciandía recordó que en mayo del año pasado se alertaba de una pérdida de ingresos por US$1,09 millones que al tipo de cambio oficial daba 252 millones de pesos. Sin embargo, ahora el número es mayor, US$3 millones o 2742 millones de pesos.
“Pues erramos, erramos mal, muy mal, porque fue mucho peor. Ese valor significa que dejan de ingresar 3 millones de dólares que, al tipo de cambio oficial, son 2742 millones de pesos”, indicó.
“Contra el clima, principal causante de esta situación, no hay mucho por hacer en muchos casos, pero sí rever políticas agropecuarias que a largo plazo dejan mucho que desear, y que casi siempre, pero casi siempre, miran para otro lado”, dijo.
“Lo dijimos y lo repetimos, menos vacas son menos terneros. Atrás de eso hay un productor ganadero pasándola mal. Se ve afectada su economía, su entorno familiar, el trabajo genuino que genera, y el comercio vinculado en nuestros pueblos del interior del país. Se dijo que 2023 y 2024 serían años complicados, pues sumemos el 2025 ahora”, indicó.
