Todos los sectores productivos despertaron el lunes con un problema que atender: después del resultado de las PASO se complicaron los mercados, se disparó el dólar. A eso no escapó la industria molinera de trigo. Sobre eso dialogó con Radio Campo -por Radio Colonia- el titular de la Federación Argentina de Industrias Molineras (FAIM), Diego Cifarelli.
En esa línea, Cifarelli cuenta que, con esa reacción, el productor de trigo no vendía, el molinero no pudo comprar trigo, se asustó y salió a decir a sus clientes que iban a entregar los pedidos pendientes pero no podrían tomar nuevas ventas.
Con el correr de las horas y los días, empezó a pesar más la necesidad de las panaderías de tener caja y del productor triguero de tener plata para hacer frente a sus gastos, por lo que empezó a aparecer un poco de venta de trigo y los molinos empezaron a operar con precio nuevo o con remito abierto hasta que puedan enganchar la compra de trigo con la venta de harina.
Es que, según explicaba el titular de FAIM, el trigo compone el 80% de los costos de la producción de harina, que también tiene dolarizados sus costos de envase y la energía eléctrica (todo eso llega al 90% del costo que está dolarizado). Por eso es que sufre un impacto lineal.
Diferente se comporta la problemática en las panaderías. Allí, la misma compone entre el 15 y el 18% de los costos, sostiene Cifarelli.
Sobre el final, el representante de la industria molinera hizo hincapié en que fueron momentos difíciles, se están empezando a afianzar nuevamente, pero entienden que el productor mira de reojo la volatilidad, y necesitan certezas para poder seguir trabajando.