¿Cómo promover la dinámica 4.0 en las empresas agropecuarias? Esa fue una de las preguntas convocantes que se trató en el Congreso Maizar 2024 que se llevó a cabo en la ciudad de Buenos Aires. “La demanda de alimentos va en aumento y lo importante es acoplar ese proceso con el impacto ambiental y social que pueda tener: para eso es clave disponer de datos”, explicó el presidente de CREA Jorge Sáenz Rozas, durante un panel sobre los desafíos tecnológicos presente en el agro.
Al respecto, la red CREA cuenta con una plataforma (DAT CREA) que permite recabar una amplia variedad de registros productivos de manera sistemática, de manera tal de promover la realización de análisis y estudios complejos que no podrían llevarse a cabo sin esa información.
“La principal limitante para la adopción del agro 4.0 es suponer que existen modelos únicos y simples, porque los sistemas biológicos son complejos y es necesario tratarlos como tales”, explicó el presidente de CREA en un panel moderado por Cristian Feldkamp, director ejecutivo de CREA, e integrado por otros referentes del sector.
“En los grupos CREA compartimos para mejorar y eso nos permite tener un nivel de adopción muy rápido de las innovaciones; aprender en grupo nos lleva más fácilmente hacia nuestro objetivo”, añadió.
Sáenz Rozas explicó que la sostenibilidad de las empresas agropecuarias debe sustentarse en el equilibrio entre las dimensiones económica, social y ambiental.
“Si empezamos a tener una mirada integral de la sostenibilidad, vamos a empezar a ser más atractivos como sector y eso es indispensable para incorporar a las nuevas generaciones y alcanzar el agro 4.0”, comentó en referencia a la incorporación de mejoras orientadas a automatizar procesos por medio de la recolección y análisis de grandes volúmenes de registros en plataformas digitales.
En ese sentido, CREA diseñó gestiones ambientales y un sistema de indicadores sociales que está en la fase final de desarrollo para comenzar a implementarse en el transcurso del presente año.
“Para poder avanzar trabajamos con otras instituciones públicas y privadas en el marco de una red orientada a lograr el bien común en función de la sinergia de capacidades”, explicó.
Un ejemplo del entramado colaborativo es el programa CREALab, que comenzó una década atrás y desde su origen evaluó más de 300 postulaciones para incubar hasta la fecha a 62 emprendimientos tecnológicos Agtech.
El panel en el que participó Sáenz Rozas estuvo integrado además por Tomás Oesterheld, vicepresidente de Aapresid, y Gabriel Delgado, representante del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) Brasil.