Compostar: el nuevo mandamiento
Quién iba a decir hace unos años atrás que ya nadie iba a tirar un papel por la ventana del auto, cuando no hace mucho era algo normal, o que fumar en un lugar cerrado iba a ser visto como un verdadero pecado. Ni hablar del uso del cinturón de seguridad en el auto.
Muchos de estos cambios de hábitos están acompañados de normas y penas por incumplimiento para dar paso a un verdadero cambio cultural. De todas formas, primero se empieza por casa, siempre. La esperanza está puesta en la nueva generación y mientras tanto, los adultos debemos hacer un esfuerzo para adaptarnos a estos nuevos hábitos.
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Este tema está en boga porque es de real preocupación y ocupación en el mundo. En muchos países avanzados en esta temática, como Austria, Alemania, Noruega y Países bajos ya se recicla entre el 40% y 60% de la basura generada mientras que en el continente americano las ciudades de Bogotá y Cochabamba son las que lideran el cambio.
La basura puede llegar a tener más de 15 clasificaciones, es un poco ambicioso pretender lograr eso en el corto plazo, pero para un nivel inicial sería sencillo memorizar 3 tipos:
- Reciclables secos (plástico-vidrio-cartón-lata-telgopor)
- Reciclables húmedos Orgánicos –(cáscaras de frutas y verduras, te, café, yerba, césped cortado, ramas, carnes)
- Resto de desechos- (Toda los reciclables sucios, lámparas, tubos fluorescentes, termómetros, espejos, pañales, restos de comida cocida y condimentada).
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En Argentina hay una campaña que nos indica tirar los reciclables secos en bolsas verdes y los desechos en bolsas negras, y a su vez, a los desechos orgánicos podemos tirarlos en bolsas negras o bien compostarlos de forma casera.
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¿Cómo compostamos?
Las técnicas son variadas según el espacio y los recipientes. Lo ideal es hacerlo lo más sencillo posible y comenzar de a poco para saber cómo se comporta cada material.
La compostera debe ser colocada en un lugar sombrío y debe tener orificios que permitan la aireación. Puede realizarse directamente en un pozo con tierra o en composteras caseras (cajones de madera, macetas rotas, latas perforadas) o comerciales. Algunas tienen canilla o bien les podemos poner una bandeja debajo para aprovechar el líquido resultante como fertilizante y el cual luego podemos emplear de modo diluido en agua para rociar o regar las plantas.
En la compostera se colocan todos los desechos orgánicos húmedos. Se sugiere que estos no estén condimentados, ni cocidos y evitar las carnes, porque sino será más lento el proceso de descomposición. Por otro lado, estos últimos generan olores indeseados.
Luego se recomienda intercalar los orgánicos húmedos y las lombrices con capas de material vegetal (césped, ramas, paja, hojas secas) y mantener el recipiente tapado para controlar la humedad. Por ningún punto de vista hay que permitir que se seque, y si no logramos conferirle humedad es mejor rociarlo con agua.
Si estamos en el campo o tenemos un jardín grande se le puede agregar capas de estiércol de gallina, vaca o caballo, ya que ese material es súper rico y aporta calor a la pila para que esta se descomponga más rápido.
Cuando completamos el recipiente lo dejamos en reposo un par de meses, para que las lombrices hagan su trabajo y entonces podemos ir completando otro recipiente, y si estos están comunicados es mejor, porque cuando la lombriz termina de descomponer los residuos migra en busca de comida a orgánicos más frescos.
Cuando queramos cosechar el compost separemos las lombrices, aunque no lograremos hacerlo en su totalidad, ya que siempre alguna lombriz queda. Eso luego se puede utilizar o bien podemos guardarlo en una bolsa cerrada para que no pierda humedad y no le entren hormigas.
Es importante tener presente que esta técnica sale de la observación del comportamiento de la naturaleza. Se produce cuando las hojas se acumulan en el suelo de los bosques por capas, y comienzan a descomponerse gracias a la gran cantidad de microorganismos que allí viven. Después de un tiempo, los nutrientes de las hojas descompuestas llegan a las raíces de las plantas a su alrededor. Y así es como se completa el proceso de reciclaje. Esto mismo intentamos imitar cuando hacemos compost en casa.
Ventajas del compostaje
- Reduce el volumen de residuos
- Mejora la materia orgánica del suelo
- Ayuda al desarrollo de raíces y ramas más fuertes
- Mejora la estructura del suelo, mejorando la retención de humedad en suelos arenosos y el drenaje en suelos arcillosos
- Aporta de manera natural los elementos que requieren las plantas
- Aumenta la retención de nutrientes
- Retarda el proceso en el cambio de reacción del PH
- Optimiza los recursos existentes del suelo
- Atrae lombrices de tierra
- Reduce la emisión de Gases de Efecto Invernadero GEI
Fuente: De Raíz