Frente a la nueva edición del Outlook Ganadero 2022 realizada recientemente por CREA elaboraron dos escenarios posibles para el sector en el próximo año: uno desfavorable y otro más positivo. ¿Cuáles son?
Desde CREA, indicaron que durante este año se interrumpió de manera pronunciada la tendencia observada desde 2011, en lo que respecta a la tasa de extracción de machos debido a que muchos rodeos de esas categorías permanecieron más tiempo en los campos.
"La tasa de extracción de machos bajó casi 10 puntos en 2021, en línea con un crecimiento de la duración media de la invernada; es decir, se alargó el ciclo de engorde”, explicó José Lizzi. A su vez, un fenómeno similar se observó en los rodeos de vaquillonas.
Lee también: Para Fifra, el problema no es el precio de la carne sino «la inflación y el desorden fiscal»
Mientras que en 2006 el período de terminación promedio a nivel nacional era de 18 meses y el peso medio de faena era de 238 kilogramos res con hueso, en 2020 estas cifras fueron de 12 meses y 250 kilogramos gracias a un proceso de intensificación que permitió proveer un mayor volumen de carne vacuna.
Sin embargo, en 2021 muchas empresas ganaderas implementaron sistemas "defensivos" y recurrieron a dietas conformadas con una mayor proporción de pasto, lo que produjo una extensión de los plazos de terminación de machos y vaquillonas junto con un aumento del peso promedio de faena.
"¿Es posible imaginar un aumento en la oferta de carne partiendo de una normativa que regula el peso mínimo de faena (PMF)?", señaló Lizzi y explicó que, para que eso sea factible, debería plantearse una política de incentivos con un horizonte de largo plazo.
“Implementar por norma un peso mínimo de faena es una medida que no funcionó en el pasado y tampoco va a funcionar ahora, en caso de que se quiera implementar”, afirmó el especialista de CREA.
Lee también: CRA: «La modificación del Impuesto a las Ganancias está ahogando a la producción»
"Para aumentar el peso de faena con medidas estructurales, sería necesario, entre otros muchos factores, cambiar la genética del rodeo y diseñar recrías más eficientes, además de estar dispuestos a asumir una menor oferta de carne hasta que la faena de novillos comience a tomar un rol más preponderante respecto de la de novillitos”, apuntó.
¿Qué escenarios se pueden esperar para 2022?
El equipo técnico del Área de Ganadería de CREA elaboró dos escenarios: uno desfavorable, caracterizado por un reforzamiento de las restricciones a las exportaciones de carne vacuna, y otro más favorable sustentado en una política orientada a facilitar las ventas externas del producto.
En el primer escenario, la oferta de carne vacuna seguiría retrocediendo porque se potenciarían precisamente los factores que la hicieron caer en 2021. En la segunda hipótesis, en cambio, cabría esperar una recuperación de la producción.
Lee también: El proyecto de dos estudiantes que se convirtió en un equipo de pioneros en generación de bioenergía
"El escenario rojo está caracterizado por planteos mucho más defensivos, con dietas que contienen cada vez más pasto y menos granos, menores ganancias de peso y terminaciones mucho más extendidas en el tiempo”, graficó.
De todas maneras, vale remarcar que, en ambos escenarios, "el stock bovino crecerá de manera significativa como producto de la disminución de la tasa de extracción de novillos, novillitos y vaquillonas". A su vez, "intervenir un sistema tan complejo como el mercado bovino no genera desacoples, sino desequilibrios”, concluyó Lizzi.
Cabe recordar que Argentina lidera el ranking mundial de consumo de carne vacuna y que el consumo aparente de todas las carnes animales estimado para 2021 es de 108,1 kilogramos/habitante/año, una cifra superior al promedio de las últimas dos décadas, que se ubica en 104,8 kilogramos/habitante/año.