Agricultura

Desde el INTA recomiendan cómo adaptar la agricultura a las condiciones climáticas extremas de la Patagonia

“Cultivar en Tierra del Fuego presenta desafíos debido a las particulares condiciones climáticas y la disponibilidad de luz, por ello, un equipo de investigación del INTA Ushuaia promueve la siembra tardía como alternativa para optimizar la producción”, adelantan desde el organismo.

Desde el INTA informan que “en Tierra del Fuego, la agricultura enfrenta ciertos desafíos debido a las particulares condiciones climáticas y la disponibilidad de luz. La temporada de siembra se extiende desde agosto/septiembre hasta abril, pero, ciertos cultivos -debido a su genética y sensibilidad al fotoperíodo- no logran desarrollarse adecuadamente. En estos casos, la siembra tardía surge como una alternativa para optimizar los resultados.”

INTA y siembra tardía: explica una especialista

Kati Pohjola -técnica del INTA Ushuaia- explicó que “la siembra tardía es en realidad a principios del año calendario. Se llama así porque se realiza al final de la temporada de siembra en la Patagonia Austral, en febrero, en vez de agosto o septiembre como el resto de los cultivos”.

“En la provincia, la temporada de siembra comienza en agosto/septiembre y finaliza en marzo/abril. Durante este período, ciertos cultivos enfrentan problemas debido al fotoperíodo de día largo, como es el caso de la espinaca, que florece prematuramente por la cantidad de horas de luz en verano. Esta especie florece cuando las horas de luz aumentan de día a día, evento que ocurre en la primavera”, añaden.

Pohjola rotuló que “para evitarlo, se recomienda realizar la siembra en febrero. Este cronograma permite que las plantas se desarrollen durante dos meses antes de que el frío otoñal detenga su crecimiento. La espinaca hiberna durante el invierno y reanuda su desarrollo en primavera, con una cosecha estimada en noviembre”.

INTA

En tanto, desde el INTA amplían que: “Tierra del Fuego tiene un clima muy característico. Los veranos son cortos, con temperaturas frescas y días muy largos. Los inviernos son largos, con heladas y nevadas frecuentes y días muy cortos. En verano, el aumento de las horas de luz genera estrés en cultivos de día corto como la espinaca, induciendo una floración prematura. Las temperaturas promedio en verano rondan los 10 grados, mientras que en invierno pueden descender por debajo de los -10 grados, lo cual no afecta negativamente a esta especie.”

“Además, las frecuentes heladas, incluso fuera del invierno, limitan la elección de especies a cultivar sólo a las tolerantes al frío. Estas especies suelen ser las cultivadas en época invernal en el centro-norte del país, época con días cortos. Cuando estas mismas especies se cultivan en Tierra del Fuego en la época estival donde la temperatura media es similar a la invernal del norte, pero el promedio de horas luz supera las 17 horas, su desarrollo es bajo stress y tienden a florecer. Por eso, la siembra tardía permite evitar estos problemas al aprovechar los días más cortos del final de la temporada”, agregó Pohjola.    

Entre los cultivos afectados por el fotoperíodo de día largo se encuentran la acelga, mizuna, kale, repollo, repollitos de Bruselas, brócoli, pak choi y rúcula. Esta técnica minimiza la tendencia a la inducción a floración evitando que la planta se elongue, desarrolle la vara flora dejando de desarrollar estructura foliar de buen tamaño, que es lo buscado en hortalizas de hoja.

En contraste a la gran rusticidad de la espinaca, indicó Pohjola, “cultivos más sensibles como la rúcula, el pak choi y la mizuna requieren protección adicional en invierno, condiciones bajo cubierta. Aunque las heladas puedan marchitar sus hojas, es esencial verificar el estado de la raíz, el tallo y la corona antes de descartarlos, ya que suelen sobrevivir al invierno y rebrotar en primavera”, finaliza la investigadora.