Si hablamos de un canal totalmente estratégico para el complejo agroexportador nacional podemos hablar de la hidrovía Paraná- Paraguay. Es que, como bien se sabe, a través de los barcos y barcazas que surcan esas aguas la industria aceitera ubicada en el Gran Rosario recibe la soja proveniente de Paraguay, que son imprescindibles para realizar la molienda que después se transforma en aceite de soja y harina.
En este marco, según revelaron medios del país limítrofe, la hidrovía sufre importantes demoras respecto al tránsito de las embarcaciones producto de la acumulación de sedimentos en donde desemboca el Río Bermejo.
La hidrovía y la embarcaciones varadas
Así las cosas, Paraguayfluvial.com, reveló que más de 500 embarcaciones, entre barcazas y remolcadores, “se encuentran varadas en un tramo de aproximadamente 350 kilómetros”.
Ante esta problemática, desde el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones de Paraguay dispusieron la suspensión momentánea de los trabajos de dragado en el lugar. Esto permitirá, suponen, el franqueo de las embarcaciones que se encuentran amarradas.
Vale destacar que dicho tema no es menor y puede generar un problema en la molienda de soja argentina. Es que, según estimaciones de la Secretaría de Agricultura, durante el año pasado se importaron casi 7,9 millones de toneladas de poroto, de las cuales 6,8 millones correspondieron a Paraguay.
De acuerdo con lo informado, hasta el momento, con estas labores se pudieron remover -desde mediados de febrero– unos 250.000 metros cúbicos de sedimentos, sin lograr una solución definitiva al problema.
Un relevante a es que las últimas lluvias en la región permitieron una ligera mejora en los niveles del río Paraguay, con un incremento de 1 pie en su profundidad. Pero para que se puedan eliminar los sedimentos, es necesario que la draga opere al menos 17 horas al día.
La sedimentación en la desembocadura del Bermejo es un problema frecuente, que afecta la navegabilidad del río Paraguay, vía por la cual se transporta más del 80% del comercio fluvial de la región. La acumulación de sedimentos es más visible por la sequía y se refleja en el bloqueo del paso de las embarcaciones y genera importantes retrasos en la logística de exportación e importación.
En paralelo, el costo de operación de las dragas no es un tema menor. Según estimaron desde la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP), el precio el precio por cada metro cúbico de dragado asciende a U$S 60 dólares, cifra que representa una inversión considerable para mantener la navegabilidad.
