Rivadavia Agro

“Tumbó tolvas y corrió tractores”:  el devastador testimonio de un productor lechero que perdió más de un millón de dólares por un fenómeno climático

"Había mucho trabajo y esfuerzo detrás de esto. Veníamos peleándola con mi hermano, incluso con los problemas de la lechería y la sequía del año pasado", dijo Taricco en dialogo con Rivadavia Agro.

En Pascanas, un pequeño pueblo en el sudeste de la provincia de Córdoba, a 40 kilómetros de Monte Maíz, un tornado arrasó en cuestión de segundos con la infraestructura de un tambo que representaba años de trabajo y una inversión de más de un millón de dólares. El siniestro ocurrió la semana pasada , cuando una fortísima celda de viento destruyó por completo un galpón nuevo construido hace menos de un año, que no estaba asegurado.

La familia Taricco, con 30 años de trayectoria en la lechería, enfrenta una de las peores crisis desde que comenzaron con el tambo en 1996. Hemos pasado muchas crisis, perdido cosechas y enfrentado deudas, pero esta vez nos golpeó muy duro. A pesar del desastre, los hermanos Taricco mantienen la esperanza de recuperarse y ya se plantearon como meta reconstruir el galpón para el verano de 2026, mientras continúan produciendo 17.000 litros de leche diarios.

¿Qué ocurrió concretamente hace una semana?

Fue un tornado. A las 23:30 horas, gracias a Dios no había operarios trabajando en ese momento. Perdimos tres animales en el acto y, al día siguiente, tuvimos que sacrificar dos más porque estaban quebrados. El tornado destruyó por completo un galpón nuevo que habíamos construido hace menos de un año.

¿Dónde estabas cuando ocurrió el tornado?

Yo vivo en el pueblo y, en ese momento, estaba viajando.

¿Cómo te enteraste de lo que había sucedido?

Me llamó el guachero llorando y desesperado. Me contó lo que había pasado, que no se podía creer. Esto era una instalación nueva: en agosto del año pasado empezamos a poner vacas y en enero hicimos el galpón. “Fue menos de un minuto”, me dijo. Se escuchó un ruido inexplicable y, en cuestión de segundos, todo estaba destruido.

¿Fuiste esa misma noche al campo?

Sí, en menos de media hora ya estaba allí.

¿Qué sentiste al llegar y ver la destrucción?

Mucha tristeza, una tristeza distinta a la de otras crisis. Había mucho trabajo y esfuerzo detrás de esto. Veníamos peleándola con mi hermano, incluso con los problemas de la lechería y la sequía del año pasado. A pesar de todo, no bajábamos los brazos. Ver cómo estaba funcionando y luego encontrarlo destruido fue un golpe muy duro. Pero hoy lo vemos distinto, sabemos que lo vamos a volver a armar.

¿Cómo fue el proceso para llegar a lo que tenían antes del tornado?

Todo comenzó en octubre de 2021. Teníamos tres tambos y decidimos dar un salto de calidad en la producción de leche. Visitamos otros tambos en Villa María y contactamos a la gente que hace este tipo de galpones. Así empezamos, comprando materiales. También decidimos renovar la sala de ordeñe, que mi papá había hecho en los años 70 y ya estaba obsoleta.

¿Cuánto costó esa inversión?

Fue mucho dinero, más de un millón de dólares.

¿Eso se perdió por completo?

Sí, casi todo. Quizás podamos recuperar algo de las chapas, pero el galpón como estaba no lo vamos a hacer nunca más. Hablaremos con otros asesores para diseñarlo de manera distinta, porque el clima en esta zona ha cambiado mucho.

¿Este fenómeno climático podría repetirse? ¿Sabés si algún vecino sufrió algo similar?

No soy el único. En pueblos vecinos también se han caído galpones. Hay un cambio en las tormentas, que son cada vez más fuertes. Este tornado no solo tumbó galpones, también movió tolvas y hasta desplazó tractores. Nunca habíamos visto algo tan grande.

¿Cuándo esperan recuperar lo perdido?

Estimamos que en un año ya tendremos todo de vuelta. Con mi hermano vamos a salir adelante porque esto es lo que hacemos, siempre lo hemos hecho, y vamos a seguir siendo tamberos.

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