Salvador Di Stéfano se refirió al dólar en su sitio a través de su columna. El especialista en campo y economista da a entender que la moneda color verde dejó de ser una guarida de valor “el que se quedó con dólares perdió”.
A lo expuesto arriba, le suma lo siguiente: “El gobierno logró 8 meses de superávit fiscal, honró la deuda y ajustó los precios relativos. La consecuencia fue que el dólar dejó de ser resguardo de valor.”
Dólar y Riesgo País
En esta línea Di Stéfano destaca que “la contracara es el riesgo país, - porque- se ubica en 1265 puntos. Un bono soberano en dólares con vencimiento en el año 2035 rinde el 15,8% anual, y un bono con vencimiento en el año 2029 rinde el 21,25% anual. Son rendimientos muy altos. Suben de paridad los bonos soberanos o bajan los bonos corporativos, me inclinaría por la primera hipótesis”
“Mientras tanto, el blanqueo suma adhesiones. Habría acumulado más de U$S 13.000 millones en efectivo, cuando en el blanqueo de Mauricio Macri se habrían acumulado en efectivo solo U$S 7.700 millones. Este blanqueo es un éxito”, añade el economista.
Y suma que “los bancos muestran depósitos en dólares en niveles récord, superando los U$S 30.000 millones. Esto activa a las financiaciones en dólares, que luego se transforman en pesos para invertir en el mercado local”.
Di Stéfano considera que la demanda de dólares no para y que el Banco Central está adquiriendo el billete norteamericano de manera “genuina”, y “las reservas están aún paso de superar los U$S 30.000 millones”.
La sequía y la entrada de dólares
En este marco destaca que “el principal enemigo del equipo económico es el clima. Por un lado, podría hacer colapsar el sistema energético, pero algo que nadie dice es que la sequia podría dejar una magra cosecha en el campo argentino, con lo cual habrá que replantarse el flujo de dólares a ingresar de exportaciones para el año 2025, consecuentemente los ingresos fiscales a generarse vía derechos de exportación”.
“La sequía está afectando a la próxima cosecha de trigo, se sembró un poquito de maíz de primera. Se necesitan 100 milímetros para poder sembrar soja, y pocos van a arriesgar hacer maíz tardío porque podría verse afectado por una plaga que, como un mago, hace desaparecer la cosecha. Popularmente a la plaga se la conoce como la chicharrita”, destaca el economista.
Conclusiones finales
En este apartado, el especialista Di Stéfano indica que “el presidente de la Reserva Federal podría bajar la tasa de corto plazo en noviembre y diciembre, para dejarla en el 4,5% para fines del año 2024. Para el año 2025 esta tasa podría bajar al 3,5% anual. Viento de cola para Argentina.”
Por último, remarca: “El clima le juega en contra al gobierno de Javier Milei, le abre las puertas a una crisis energética y una posible falta de dólares en el año 2025. Todo esto tendrá su impacto en los ingresos fiscales. El déficit cero es una muy buena medida, cuando la economía se expande, es un acelerador, ya que todo superávit se utiliza para pagar deuda o bajar impuestos. Cuando la economía se contrae, el déficit cero es un freno de mano, ya que reduce gastos y tendremos que ajustarnos el cinturón. Hay que tenerlo en cuenta para proyectar el crecimiento de 2025.”