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El INTA realiza mejoras genéticas en sauces arraigados en el Delta del Paraná

“Como resultado de una alianza público-privada, el Programa de Mejoramiento Genético de Sauces del INTA logró completar la selección a través del procesamiento en planta industria de seis clones que combinan calidad y versatilidad para la industria forestal”, destacan desde el organismo estatal.

El INTA lleva a cabo mejoramientos genéticos en sauces que tienen sus raíces en el Delta del Paraná. En esta línea, desde el organismo estatal manifestaron que “el sauce –Salix spp– es una especie de gran importancia en la región del Delta del Paraná, el núcleo productivo más significativo de plantaciones de este género en Argentina. Desde hace más de 20 años, el INTA desarrolla clones de sauce superiores para la producción de madera. Con la liberación de 8 clones resultado de un riguroso esquema de mejora genética, estos materiales combinan atributos destacados de crecimiento, sanidad, adaptabilidad y calidad de la madera, posicionándose como alternativas superiores a los clones comerciales existentes.”

Especialista del INTA da detalles del Programa de Mejoramiento Genético de Sauces

En este marco, Teresa Cerrillo –investigadora del Área Forestal en la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Delta del Paraná INTA, Buenos Aires–, declaró que el Programa de Mejoramiento Genético de Sauces de INTA validó en 2024 el perfil tecnológico de seis clones “doble propósito”: ´Carapachay INTA-CIEF´, ´Los Arroyos INTA-CIEF´, ´Lezama INTA-CIEF´, ´Géminis INTA-CIEF´, ´Yaguareté INTA-CIEF´ y ´Tehuelche INTA-CIEF´. “Estos recursos genéticos mejorados de sauce representan una innovación tecnológica para la industria forestal, ya que combinan su alta calidad para la producción de papel para diarios y embalaje, con su aptitud para aserrado y potencial para distintos usos sólidos”, puntualizó.

“El desarrollo de los clones fue impulsado por la EEA Delta del Paraná y el Programa Nacional Forestales de INTA en el marco del convenio INTA-Papel Prensa firmado en 2006 y aún vigente en la actualidad. Este acuerdo consolidó una colaboración público-privada que permitió rescatar materiales genéticos clave, establecer redes de ensayos y desarrollar evaluaciones tecnológicas avanzadas. A lo largo de dos décadas, el convenio impulsó una sinergia que integró investigación científica y necesidades productivas, generando beneficios para toda la cadena forestal del Delta”, agregaron desde el INTA.

En cuanto a las características de estos clones, la especialista señaló: “Es decir, posee características similares al tradicional clon de sauce ´Soveny Americano´ (SA) que desde hace muchos años es la referencia fundamental de alto estándar de calidad de madera para dicha industria”, y añadió que, además de equiparar al SA en esta alta aptitud industrial, “los nuevos clones lo superan en tasa de crecimiento y rectitud del fuste”.

“La validación industrial se realizó en el mes de septiembre con el procesamiento de más de 3.000 toneladas de madera, cosechadas de los primeros lotes cultivados con estos sauces mejorados”, manifestó Cerrillo, y sumó: “Para llevar a cabo la validación se requirió concentrar madera de las nuevas plantaciones y efectuar ajustes en las líneas de producción de Papel Prensa S.A. en la planta situada en San Pedro, Provincia de Buenos Aires, para incorporar los nuevos clones en la mezcla de materiales. Esta validación tecnológica permitió confirmar su destacado desempeño a escala industrial, marcando un hito en la transición hacia una producción más eficiente y diversificada en la cuenca forestal del Delta del Paraná”.

INTA

Por otra parte, desde el INTA indicaron que “estos nuevos materiales ya se están utilizando para el cultivo del sauce de manera comercial en el Delta del Paraná, con la ventaja de incrementar la productividad en más del 40 %  de volumen de madera cosechada (expresado en metros cúbicos por hectárea al año, considerando un ciclo de 10 años) respecto a SA, y permitir el aprovechamiento en turnos más breves de corte, que pueden pasar de 10-14 años a 8-12 años, lo que genera una mejora en la rentabilidad para los productores, con potencial para favorecer un flujo más activo de los distintos componentes involucrados en la cadena forestal.”

“Su adaptabilidad a las condiciones edafo-climáticas del Delta y su resistencia y tolerancia a adversidades bióticas aseguran su sostenibilidad en un entorno de alta variabilidad ambiental. De esta manera, la ampliación de la diversidad genética fortalece la resiliencia del sistema productivo frente a enfermedades y el estrés ambiental”, indicó la especialista.

Por último, Cerrillo dijo que “este avance es el resultado de un esfuerzo colaborativo dentro de un sistema de innovación y conocimiento, que articula diversos actores, redes y organizaciones del país e internacionales ligadas al desarrollo, incluidos los sistemas de investigación y extensión, productores y empresas”.