Agricultura

El pasado viernes se reunió la Mesa Sucroalcoholera en Salta

Presentan el resultado de la inscripción de los Ingenios en el RUCA y los avances en la mejora del sistema de comercialización de azúcar a realizar por AFIP, que se implementará próximamente.

La Secretaría de Gobierno de Agroindustria de la Nación realizó el viernes en Salta, una nueva edición de la mesa sucroalcoholera con el objetivo de consolidar un espacio de diálogo y acuerdos, para transparentar precios y volúmenes de comercialización en la producción de azúcar.

Durante el encuentro, que fue encabezado por los secretarios de Alimentos y Bioeconomía, Andrés Murchison; y de Agricultura Familiar, Coordinación y Desarrollo Territorial, Santiago Hardie; y el subsecretario de Hidrocarburos y Combustibles de la cartera de Energía, Carlos Casares; se presentó el resultado de la inscripción de los Ingenios en el Registro Único de la Cadena Agroalimentaria (RUCA), por parte de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario. Además los avances en la mejora del sistema de comercialización de azúcar por AFIP que se implementará próximamente.

Por su parte, los representantes de los Ingenios expusieron sus inquietudes respecto a la producción y precio de bioetanol vigentes, en el marco de la Ley N°26.093.

Durante las últimas reuniones de la Mesa, los pequeños productores cañeros de Tucumán solicitaron un sistema de control más estricto, ya que estimaban que el azúcar producido por los ingenios era mayor a la proporción que les reconocían a ellos (un rendimiento promedio de caña a azúcar debería ser cercano al 10% del volumen entregado). Es por ello que se instrumentó la inscripción en el RUCA y un instrumento complementario de control del ingreso de caña de azúcar en los Ingenios a través de un libro de movimientos (en coordinación con AFIP), y un remito electrónico aceptado por el receptor.

En la jornada participaron el ministro de Desarrollo Producción de la provincia de Tucumán, Juan Luis Fernández; el director de Bioenergía de la cartera agroindustrial nacional, Miguel Almada; el director de Biocombustibles de la Secretaría de Gobierno de Energía, Jorge Garavaglia; el jefe de Asesores del Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación, Damián Testori; y representantes del Instituto de Promoción del Azúcar y el Alcohol, de la Unión de Cañeros de Tucumán, del Centro de Agricultores Cañeros de Tucumán, de la Unión de Cañeros del Este, de la Unión de Cañeros Independientes de Jujuy y Salta, de la Asociación de Cooperativas, del Centro Azucarero Argentino, del Centro Azucarero Regional del Norte Argentino, del Centro Azucarero de Tucumán, de la Cámara de Alcoholes, y de la Cámara Sucroalcoholera.

La cadena sucroalcoholera

La caña es una especie que, además del destino azucarero, presenta una excelente aptitud y eficiencia como materia prima para la obtención de bioetanol con fines energéticos. Esta producción se ha incrementado notablemente a partir de la implementación del corte interno obligatorio de las naftas utilizadas en todo el territorio nacional.

A partir de la Ley 26093, que establece el corte obligatorio con biocombustibles de todos los combustibles líquidos utilizados en el país, la fase alcoholera de la cadena adquirió una relevancia cada vez mayor, sustentándose en una demanda creciente de bioetanol para el abastecimiento del corte de las naftas comercializadas en todo el territorio nacional.

En este sentido, vale destacar que a principios de 2016, se elevó en el 20% el corte de las naftas con bioetanol llevándolo del 10 al 12% y dicho incremento fue destinado en su totalidad al bioetanol proveniente de caña de azúcar.

De acuerdo a estimaciones provisorias, durante el año 2018 se han producido 535 mil metros cúbicos de bioetanol de caña, de los cuales se destinaron casi 495 para abastecer el corte interno de las naftas.

La cadena sucroalcoholera en particular, genera unos 16 mil empleos directos en las provincias del NOA, estimándose que esta cifra asciende a unos 50 mil empleos si se consideran también los indirectos.

Por su parte, en Tucumán predomina la metodología bajo el régimen de maquila, es decir, los ingenios reciben caña de pequeños y medianos productores. Estos contratos deben estar registrado en la AFIP (58% del azúcar producido lo recibe el cañero y el resto el Ingenio que además se queda con el bagazo y la melaza).

En cuanto a la escala productiva, en la provincia se destacan los pequeños productores de caña con contratos como el mencionado anteriormente; mientras que en Salta y Jujuy los productores son de mayor escala y su relación contractual con los ingenios, que también es de maquila, se caracterizan por condiciones comerciales más equilibradas.