El gobierno de Cambiemos buscó mejorar una salida exportadora con Brasil para destinar a ese mercado parte de la producción y si bien las ventas a dicha plaza totalizaron 230 millones de dólares en 2016 (un aumento del 36% en el año) los esfuerzos fueron insuficientes. Las exportaciones totales de productos lácteos pasaron de 862 millones de dólares en 2015 a 636 millones en 2016, es decir una caída del 26,2%.
Tampoco ayuda la retracción de la demanda interna con una reducción en torno al 10%, datos en con los que coinciden usinas lácteas y comercios minoristas. Esta caída se da con inflación creciente según los datos del propio Indec. Por caso el litro de leche fresca que arrancó 2016 a 12,25 pesos en promedio, terminó a 18,05 pesos según el IPC, una suba del 47%.
Desde la industria aseguran en base a datos oficiales que “la producción argentina de leche en 2016 fue de 9.711 millones de litros, una cifra 14,1% inferior a la de 2015 y la más baja desde 2007”. Con menor oferta podría haber un precio más elevado al tambero en torno a 5 pesos, lo que se trasladará nuevamente al consumidor, como ocurrió en las inundaciones del año pasado.
