El primer mes de Alberto Fernández como Presidente de la Nación deja algunas primeras definiciones de lo que podría venirse en adelante. Sobre eso dialogó con Palabra de Campo -por Radio 10- el analista político Sebastián Dumont.
El especialista explicaba que en los primeros 30 días de la fórmula Fernández al poder hubo dos ejes centrales por los que pasó el Gobierno, sobre todo, tratando de apuntalar lo que se viene. Por un lado, dice, medidas claramente tendientes a reactivar el consumo interno, con aumentos por decreto, bonos para jubilados y al mismo tiempo congelamiento de tarifas, precios de pasajes de colectivo, peajes y combustibles.
Por el otro, señala, también se llevaron a cabo medidas “restrictivas”, como el aumento a los bienes personales y otros impuestos, con la mirada puesta en dar dos señales: una vinculada a financiar el aumento del gasto para lo que ahora no podrá aumentar a causa de los congelamientos.
Pero sobre todo, marca, la otra señal es a los acreedores privados y también al Fondo Monetario Internacional, a los que estarían mostrándoles que efectivamente tienen la voluntad de sentarse a negociar con algo sobre la mesa.
Es decir, explica Dumont, pueden asegurar que no están dispuestos a seguir aumentando el gasto público y sí están dispuestos a negociar con esas condiciones, aclarando que no se puede pagar la deuda pero avanzan sobre temas sensibles como la suspensión de la movilidad jubilatoria, la búsqueda de un nuevo cálculo jubilatorio, y otras iniciativas que tienen como objetivo mostrar que Argentina tiene intención de gastar menos para hacer frente a los pagos.
Mientras tanto, remarcaba el especialista, el Gobierno ha ido cumpliendo con los vencimientos que tuvo después del 10 de diciembre también como una señal, que además fue ratificada por uno de los responsables de la negociación del FMI con el hemisferio sur en las últimas horas.
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