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“El productor quiere apostar a las medidas del gobierno, pero los ánimos están cada vez peor”: preocupación por la pérdida de rentabilidad y superficie sembrada en el norte

Hugo Meloni, presidente de Apronor, advirtió que la suba de derechos de exportación, los costos en dólares y la baja productividad están llevando al abandono de la agricultura en zonas del norte. Reclaman que las retenciones sean eliminadas y que se frene el avance impositivo tanto nacional como provincial.

La reciente decisión del Gobierno Nacional de restablecer el esquema anterior de retenciones sobre los granos volvió a encender alarmas en el norte del país. “Nosotros estamos reclamando que el gobierno reconsidere esta medida y, al menos, mantenga los valores actuales. Pero en realidad las retenciones tienen que ser cero. No hay margen para seguir”, expresó Hugo Meloni, presidente de la Asociación Civil de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor).

Además, explicó que el impacto en la región es aún más grave por condiciones propias del territorio: “Estamos muy lejos de los puertos. El flete es un factor decisivo porque hoy un camión de cada cinco se paga solo para cubrir ese costo. Es imposible competir en igualdad de condiciones”.

A eso se suma la falta de agua y los bajos rindes de la última campaña. Mientras en la zona núcleo se esperan números récord, el norte volvió a quedar golpeado por el clima. “Tuvimos lluvias irregulares, muchas zonas no alcanzaron ni el punto de equilibrio. Más siembra, más pérdida”, resumió.

“El campo termina no siendo negocio”

Meloni sostuvo que las políticas fiscales vienen afectando al productor desde hace más de dos décadas. “Hace más de 20 años que al campo le siguen sacando. Mucha gente termina mudándose a los centros urbanos porque el campo termina no siendo negocio. Otros pierden el trabajo o terminan en empleos más precarios”, dijo.

Según explicó, el contexto actual incluye también precios internacionales bajos, insumos dolarizados y un tipo de cambio que no acompaña. “No vamos a discutir si el dólar está caro o barato. Lo concreto es que los costos en dólares aumentaron y la rentabilidad cae. Hay un montón de factores que hacen que el campo del norte, que hace granos, no esté dando para nada los números”, detalló.

Menos superficie sembrada y un cambio de rumbo

Una de las consecuencias visibles de esta situación es la reducción de hectáreas destinadas a agricultura. “Está pasando exactamente. Los productores están bajando superficie. Y hay cultivos como la caña y el citrus que, por ser más rentables, están avanzando sobre terrenos que antes eran de granos”, explicó el dirigente tucumano.

“En Tucumán, las mejores tierras ya están ocupadas por caña o cítricos. Lo que queda para granos suele ser marginal. Y ahora, con la rentabilidad tan baja, ni eso se sostiene. En campo propio, la ganadería empieza a ser más atractiva. Y si el campo es arrendado, ni hablar, no se puede pagar un alquiler con estos números”, afirmó.

Aunque aún no tienen una estimación cuantitativa del retroceso, el profesional sostuvo que se ve claramente en el día a día. “Sería muy útil tener datos duros para mostrar el impacto, pero por ahora es un análisis cualitativo. Lo que vemos es que cada vez quedan menos productores sembrando granos”, dijo.

El peso fiscal local también asfixia

Desde el Gobierno Nacional suelen responder a los reclamos del agro con un argumento repetido que también se reclame a provincias y municipios. Meloni coincidió. “Tucumán y alrededores tienen una alta carga impositiva. Ingresos brutos varían entre 2% y 5%, y las comunas también cobran por servicios que no prestan. Los caminos están destruidos”, denunció.

Recordó también que recientemente intentaron imponer un nuevo tributo municipal, aunque no prosperó. “A los gobiernos se les ocurre siempre subirle los costos al productor. Nosotros tratamos de anticipar el problema para evitar que escale y nos termine tomando por sorpresa”, explicó.

Luego, consultado por el humor de los productores ante la actual gestión nacional, Meloni fue directo: “El productor quiere apostar a las medidas de este gobierno, pero los ánimos están cada vez peor. Hay una espera de mejoras, pero no llegan. Se genera un descalce: se pide cancha pareja, pero los impuestos no bajan al ritmo que se necesita”.

Por último, se refirió al caso del maíz, que por ahora mantiene una retención del 9,5%: “Si se queda ahí, es un poco más viable sembrarlo. Pero si sube, muchas zonas no van a poder sostenerlo. Este año esperamos que la chicharrita tenga menos impacto que el anterior, pero igual hay mucha incertidumbre. En pocos días arranca la cosecha y veremos cómo vienen los rindes”, cerró.

 

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