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En el Valle Inferior, buscan potenciar el desarrollo del cultivo de avellanos

El Valle Inferior de Rio Negro es la principal zona productiva de avellanas del país con alrededor de 650 hectáreas implantadas con este fruto seco. Aun así, la oferta varietal es escasa, por lo que desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Valle Inferior se están evaluando...

El Valle Inferior de Rio Negro es la principal zona productiva de avellanas del país con alrededor de 650 hectáreas implantadas con este fruto seco. Aun así, la oferta varietal es escasa, por lo que desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Valle Inferior se están evaluando cultivares de avellanos con el objetivo de potenciar el desarrollo del cultivo incorporando nuevas variedades.

En la región se cultivan principalmente las variedades Tonda di Giffoni, que produce frutos con buenos atributos industriales, y Barcelona, cuyo fruto es apto para el consumo directo o snack, ambas tienen buenos rendimientos y calidad de fruta.

"La producción nacional crece cada año por la entrada en producción de nuevas plantaciones, aunque los volúmenes dependen de las condiciones climáticas de cada temporada, lo que puede ocasionar importantes mermas productivas”, señaló Darío Martin, especialista del INTA Valle Inferior.

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"Por esta razón, frente a una situación de escasa oferta varietal, evaluamos nuevas variedades y algunas selecciones locales que podrían resultar de interés para esta región de cultivo y otras zonas del país", explicó el técnico.

En el 2020, la producción argentina de avellanas con cáscaras se estimó en 650 toneladas, de las cuales se exportaron alrededor de 430. Casina, Willamette, Ennis, Jemtegaard y Butler son las variedades en evaluación, caracterizadas por ser brotación tardía con menos riesgos de daños por heladas.

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Hasta el momento, Willamette y Ennis presentaron mejor rendimiento acumulado respecto de Casina y Jemtegaard, mientras que Butler, plantada años más tarde, aún no ha entrado en producción.

En el marco de esta actividad se trabaja junto al Ministerio de Producción y Agroindustria de Rio Negro en un proyecto para la instalación de un vivero de avellanos con el objetivo de disponer de alternativas varietales con mejores aptitudes productivas y polinizadoras.

En el Valle Inferior existen 37 emprendimientos productivos, en su mayoría de pequeña y mediana superficie. La creciente demanda, los precios atractivos, los menores requerimientos de mano de obra en comparación a otros frutales, la facilidad de la conservación y las condiciones de comercialización son los factores que impulsan el desarrollo del avellano en la región.

El adecuado diseño de la plantación es clave para alcanzar altos rendimientos, explicó Darío Martin. Una plantación comercial debe estar constituida por al menos un 15 % de polinizadores genéticamente compatibles con la variedad principal, en un diseño que incluya tres cultivares polinizadores correctamente dispuestos para garantizar una adecuada disponibilidad de polen durante todo el periodo de la floración femenina de la variedad principal.

"Esto ha permitido que algunas plantaciones de la región alcancen rendimientos competitivos que superan los 3.000 kilogramos por hectárea de fruta con cascara" detalló el especialista. En el 2020, la producción de avellanas con cáscaras se estimó en 650 toneladas, de las cuales se exportaron alrededor de 430. La fruta comercializada en el mercado interno, mayormente sin cáscara, es de alto interés frente a las de origen español o turco, las cuales tienen un tamaño menor.

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Desde lo organizacional, se han implementado diferentes estrategias que facilitan el crecimiento, consolidación y posicionamiento de la región como proveedora de frutos secos. Aquí encontramos el Clúster de frutos secos de la norpatagonia, la Cámara de productores de frutos secos del Valle Inferior y grupos de Cambio Rural.

Esta línea de trabajo se enmarca en el Proyecto Estructural "Mejoramiento genético, caracterización y uso de variabilidad con aplicación de herramientas biotecnológicas en cultivos frutales", perteneciente al Programa Nacional Frutales del INTA.

Fuente: INTA

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