“Hemos tenido un mes que vale por un año en términos de esfuerzos, de cambios, de adaptación”, dice Gustavo Idígoras, presidente de CIARA-CEC, en diálogo con Palabra de Campo -por Radio 10-, desde donde asegura que han logrado pasar “de un mar de incertidumbre y vicisitudes, a una situación más estable” desde el comienzo de la cuarentena.
Según afirma Idígoras, se ha ido normalizando el ingreso de camiones y el flujo funciona normalmente a nivel de provincias y municipios. “Si hay dificultades, es en provincias particulares donde hay más casos de coronavirus confirmados, pero en términos de los puertos venimos estabilizándonos”, cuenta.
Sin embargo, ante la vuelta a la estabilidad se presentó una cuestión climática inesperada como la bajante histórica del Río Paraná: “Nos está generando enormes problemas, retraso de cargas, mayores precauciones y flejes más caros a los puertos del sur. Este es un dolor de cabeza adicional, pero aún así, si comparamos la situación de hoy con la del 20 de marzo, ha mejorado sensiblemente”.
“Todo ese costo que implica trasladar la carga a los puertos del sur, lo afrontan los exportadores, y ya no lo pasan a precio porque la mayoría fue comprado al productor hace tiempo. Son costos que están entre el exportador y el importador, y tienen que ver con el ritmo de carga en los stocks de cargamentos que hay, que son mayores precisamente por ese menor ritmo de carga”, sostiene.
En esa línea, Idígoras señala que “a todos esos costos fijos que se incrementan, se le suma el riesgo de varados de barcos, por ejemplo, todo eso va al exportador y, por los cálculos que hemos hecho, perdemos unos 240 millones de dólares por este problema”.