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Importaciones industriales superaron en más de U$S 8 mil millones a exportaciones en 1er trimestre 2017

Las importaciones industriales superaron en 8.200 millones de dólares a las exportaciones en el primer trimestre del año, lo que representa un "déficit récord" en el comercio exterior de manufacturas. Así lo reveló un informe de Ecolatina, en el que se señala que durante el primer trimestre del...

Las importaciones industriales superaron en 8.200 millones de dólares a las exportaciones en el primer trimestre del año, lo que representa un "déficit récord" en el comercio exterior de manufacturas.

Así lo reveló un informe de Ecolatina, en el que se señala que durante el primer trimestre del año "se atenuaron las mejoras observadas el año pasado en materia de comercio exterior: el superávit de productos primarios y agroindustriales disminuyó y el rojo industrial alcanzó niveles récord".

En el primer año de gestión de Mauricio Macri, se "revirtió la tendencia negativa que mostraron los grandes rubros desde la imposición del cepo cambiario" como consecuencia de las medidas económicas implementadas por el gobierno, pero esa tendencia se desvaneció en el primer trimestre de 2017.

Según el análisis, "el recorte en el superávit de materias primas y la agroindustria (-5,2% i.a., llegando a US$ 7.300 millones), fue acompañado de una profundización del déficit industrial -+5,2% i.a., superando los US$ 8.200 millones" lo que representa "el mayor rojo para un comienzo de año desde que hay registros".

En los primeros tres meses de 2017 "el superávit conjunto de Productos Primarios y Manufacturas de Origen Agropecuario cubrió menos del 90% del déficit del sector industrial, cociente similar al de 2015", acotó el informe.

"Una vez más, la dinámica de las importaciones explicó este resultado. En el caso del sector industrial, el avance de los envíos al exterior (+8% i.a., mejora que obedece en parte a la baja base de comparación), fue más que compensada por el crecimiento de las importaciones (+6% i.a. en el primer trimestre de 2017), producto de la leve recuperación de la actividad y, principalmente, de la apreciación del tipo de cambio real", añadió.

Sostuvo: "Lo que morigeró este resultado fue el sector energético, cuyo déficit en los primeros tres meses del año continuó en retroceso, al pasar de US$ 440 millones en el primer trimestre de 2016 a US$ 260 millones en igual período de 2017 (-40% i.a.). Más importante aún, el recorte del rojo obedeció al fuerte crecimiento de las exportaciones (+37% i.a., explicado íntegramente por el salto del 40% i.a. de los precios).

Y, recaló que si bien "el año pasado el intercambio comercial volvió a arrojar superávit, este se debió principalmente a la recesión y a la mejora de los términos del intercambio. A nivel de grandes rubros, el resultado de 2016 dejó entrever una mayor dependencia del superávit de productos primarios, único complejo que logró un alza significativa de sus exportaciones".

"La elevada dependencia a las exportaciones de Productos Primarios aumenta la vulnerabilidad ante factores exógenos (clima y precios internacionales). Es deseable agregar valor a estos productos y lograr una mayor diversificación de la matriz exportadora. El creciente atraso cambiario en un contexto de menores restricciones a las importaciones, no es el camino", concluyó.

"En el último año, el déficit energético se redujo significativamente (pasó de US$ 4.585 millones en 2015 a US$ 2.760 millones el año pasado), producto no del aumento de las exportaciones (cayeron, por quinto año consecutivo, 11,5% anual), sino de la fuerte reducción de las compras del exterior (-30,5% en 2016). La caída del precio internacional de los productos energéticos impactó más en las compras que en las ventas del sector y, por ende, el recorte en la sangría de dólares de este sector respondió a una mejora de los términos de intercambio.

· En definitiva, durante su primer año de gestión el gobierno revirtió la tendencia negativa que mostraron los grandes rubros desde la imposición del cepo cambiario. Sin embargo, durante el primer trimestre de este año la mejora se revertió.

· El recorte en del superávit de materias primas y la agroindustria (-5,2% i.a., llegando a US$ 7.300 millones), fue acompañado de una profundización del déficit industrial -+5,2% i.a., superando los US$ 8.200 millones-, el mayor rojo para un comienzo de año desde que hay registros.

· Así, en los primeros tres meses de 2017 el superávit conjunto de Productos Primarios y Manufacturas de Origen Agropecuario cubrió menos del 90% del déficit del sector industrial, cociente similar al de 2015.

· Una vez más, la dinámica de las importaciones explicó este resultado. En el caso del sector industrial, el avance de los envíos al exterior (+8% i.a., mejora que obedece en parte a la baja base de comparación), fue más que compensada por el crecimiento de las importaciones (+6% i.a. en el primer trimestre de 2017), producto de la leve recuperación de la actividad y, principalmente, de la apreciación del tipo de cambio real.

· Lo que morigeró este resultado fue el sector energético, cuyo déficit en los primeros tres meses del año continuó en retroceso, al pasar de US$ 440 millones en el primer trimestre de 2016 a US$ 260 millones en igual período de 2017 (-40% i.a.). Más importante aún, el recorte del rojo obedeció al fuerte crecimiento de las exportaciones (+37% i.a., explicado íntegramente por el salto del 40% i.a. de los precios).

· Aunque el año pasado el intercambio comercial volvió a arrojar superávit, este se debió principalmente a la recesión y a la mejora de los términos del intercambio. A nivel de grandes rubros, el resultado de 2016 dejó entrever una mayor dependencia del superávit de productos primarios, único complejo que logró un alza significativa de sus exportaciones.

· La elevada dependencia a las exportaciones de Productos Primarios aumenta la vulnerabilidad ante factores exógenos (clima y precios internacionales). Es deseable agregar valor a estos productos y lograr una mayor diversificación de la matriz exportadora. El creciente atraso cambiario en un contexto de menores restricciones a las importaciones, no es el camino.