
Una nueva planta de procesamiento de quinoa comenzó a funcionar en Cuyo, marcando un avance significativo para la industrialización de este cultivo ancestral.
Uno de los principales desafíos que resuelve esta planta es la desaponificación, un proceso esencial para eliminar las saponinas del grano (compuestos naturales que le otorgan un sabor amargo) y volverlo apto para el consumo y uso industrial. Hasta ahora, gran parte de la quinua que se consume en el país proviene de Perú y Bolivia. Esta iniciativa busca revertir esa tendencia y abastecer con producción local.
“Desde el comienzo, el objetivo fue poder ofrecer quinua desaponificada y harina para la industria nacional, algo que hasta hoy seguía siendo una necesidad insatisfecha”, explicó Gonzalo Roqueiro, del equipo técnico del INTA.
El desarrollo de la planta forma parte de un proceso que lleva más de una década, con participación activa de investigadores, técnicos y productores de los valles andinos de Cuyo. Además de resolver una barrera técnica para el aprovechamiento de la quinua, también promueve la diversificación productiva en la región.
La planta utiliza tecnología de escarificado en seco, lo que permite desaponificar hasta 500 kilos por hora sin agua, optimizando la eficiencia energética y reduciendo el impacto ambiental. El sistema incluye molienda, envasado semiautomático y separación de residuos a través de un circuito neumático. Como subproducto, también se recupera la saponina, con potencial aplicación en las industrias farmacéutica y agroalimentaria.
Durante el acto inaugural, autoridades del INTA e INTI, funcionarios provinciales y referentes del sector destacaron el valor de esta infraestructura como herramienta para el desarrollo territorial. “Este tipo de logros solo es posible con políticas públicas sostenidas en el tiempo”, señaló Ariel Pereda, director nacional del INTA.
Otro motivo de celebración fue la reciente aprobación por parte del INASE de la variedad Morrillos INTA, la primera de quinua desarrollada íntegramente en la región. De ciclo corto, es el resultado de años de trabajo conjunto entre el INTA y productores locales.