El ingeniero agrónomo Pablo Benedetti, uno de los profesionales que más conoce sobre agricultura familiar en la provincia de Entre Ríos, fue cesado del Instituto Nacional de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (INAFCI), junto a una veintena de trabajadores más, el último Jueves Santo, en la antesala del cierre definitivo del organismo, que había nacido en 1994 bajo el nombre de Programa Social Agropecuario (PSA).
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Durante una entrevista en la radio Costa Paraná, Benetti contó cuál es la situación que enfrentan tanto los productores que eran asistidos por el INAFCI como de los trabajadores que quedaron en la calle. “Desde fines de marzo, cuando cayeron los contratos y quedamos desvinculados del instituto, desde la Provincia no ha habido ninguna comunicación formal, ni preocupación, ni exclamación alrededor del hecho y hoy nos encontramos con miles de productores en que quedaron totalmente desguarnecidos”.
El profesional remarcó que los trabajadores del Inafci “éramos el brazo ejecutor de las políticas públicas hacia el sector de la agricultura familiar, hacia los campesinos, hacia los pequeños productores, no solamente de la provincia, sino de todas las provincias donde estaba el instituto. Éramos el brazo ejecutor de esas políticas, tanto provinciales, nacionales e internacionales, porque hay fondos internacionales que vienen para el sector. Éramos quienes los canalizábamos a través de organizaciones o articulando siempre con los municipios para que esas herramientas pudieran llegar a la mayor cantidad posible de productores y productoras en la provincia. Y bueno, hoy eso se ve truncado totalmente”.
Benetti, entre tantos trabajos que hacían, resaltó “el acompañamiento que brindábamos a los productores, por ejemplo, en el llenado de las declaraciones juradas para las emergencias agropecuarias, como en cuestiones relacionadas con el acceso a algún subsidio o algún crédito. Nosotros los acompañábamos en el armado de las carpetas, en la presentación”.
Muchos productores, contó, “no van a las ciudades, están en medio del campo, sin movilidad, sin transporte público, sin acceso a internet o a poder imprimir un formulario. Ahora para emergencias les están pidiendo que presenten lo que se llama la debida diligencia, que es una certificación de que el productor no es funcionario ni tiene un cargo público. Bueno, yo he tenido cientos de llamadas de productores preguntándome cómo llenar ese formulario, que es poner sus datos y firmarlo al pie, o sea, eso lo hacíamos nosotros. En la emergencia 2022, nosotros nos organizamos junto con las organizaciones del sector, con la Federación Nacional Campesina, específicamente en la zona rural, coordinando con las juntas de gobierno y las comunas. Llevaba mi impresora, mi computadora, íbamos en mi vehículo particular, o sea, no teníamos las herramientas en su momento tampoco del Estado para poder hacerlo y disponíamos de nuestras herramientas para hacerlo. Y así les llenábamos a uno por uno el formulario y les hacíamos firmar para poder juntar todo y enviarlo, y muchas veces veníamos personalmente a Paraná a llevar esa documentación y dejarla en el despacho pertinente. Eso hoy es imposible”.
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El drama de quedarse sin trabajo tras el cierre del INAFCI
El cierre del INAFCI como explicó Benetti, dejó a miles de pequeños productores prácticamente en el desamparo, pero, además, generó otro drama: profesionales y trabajadores quedaron en la calle, con enormes dificultades para poder reinsertarse en el mundo laboral.
“Yo me recibí en diciembre de 2004, y en enero de 2005 empecé a trabajar en lo que era el Programa Social Agropecuario, en la zona de Feliciano, y desde ahí, con una interrupción de un año y medio aproximadamente –en 2018 cuando también fuimos despedidos por el gobierno de Mauricio Macri–, pero siempre seguimos vinculados también de una forma u otra con el sector. He desarrollado toda mi vida profesional en esta área, nos hemos profesionalizado, hemos estudiado, nos hemos capacitado, y así, la gran mayoría de los trabajadores que hoy han sido despedidos, como mi compañera Andrea, trabajadora social, que estuvo 30 años, desde el ’94, trabajando en el área”, repasó.
Esta realidad, enfatizó, “es muy angustiante, da mucha bronca, por esto que les decía también al principio referido a la Provincia, porque en otros lugares los gobiernos provinciales, de una forma u otra, han logrado contener a los trabajadores de la agricultura familiar. En su momento el vocero presidencial, Manuel Adorni, nos denostó cuando dijo que no éramos trabajadores, y acá en la provincia, la verdad, es que ha habido algunas expresiones –informalmente, no oficialmente– que también han señalado eso de nosotros”.
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Propuesta a Frigerio
Benetti, por último, informó que “nosotros venimos trabajando en una propuesta” que será presentada al Gobierno provincial, similar a lo que en su momento fueron los Grupos de Intercambio Solidario de Entre Ríos (Giser).
Los Giser, recordó, fueron “una experiencia importante en la provincia, que se intentó reflotar en la gestión pasada y no fue posible, pero que sería una alternativa para que algunos técnicos que quieran seguir en el laburo pudieran hacerlo y ser contenidos”.