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La contabilidad, el lenguaje de la gestión

Este es el caso de una empresa agropecuaria del noroeste de la provincia de Buenos Aires que nos llamó con un problema puntual: la contabilidad no estaba en orden y eso significaba un riesgo fiscal impositivo enorme.

El caso

Este es el caso de una empresa agropecuaria del noroeste de la provincia de Buenos Aires
que nos llamó con un problema puntual: la contabilidad no estaba en orden y eso
significaba un riesgo fiscal impositivo enorme. Sentían que los contadores habían cumplido
un ciclo en su empresa y que ya no prestaban un servicio acorde a esta nueva época de la
empresa.

La empresa presentaba déficits muy evidentes en materia contable: El balance anual estaba atrasado, no había cierres parciales mensuales con estados de resultados proyectados ni una planificación impositiva. También había serias dudas sobre si las declaraciones juradas mensuales se estaban ejecutando correctamente. Le preguntamos a la empresa como venía llevando la gestión si la contabilidad no estaba “al día” y nos comentaron que la gestión se llevaba a pura intuición y que nunca les había ido mal, pero que hoy la necesidad imperiosa era encontrarle solución al tema de la contabilidad. Había que mejorar ese punto sea como sea.

Solución

Desde Grupo Cencerro, luego de una primera reunión en donde pudimos conocerlos un poco más, les comentamos que conocíamos una buena metodología para “llevar cortita la contabilidad” internamente. Lo interno era fundamental ya que la propuesta era que dejen de “tercerizar” la contabilidad. Era necesario sumar capacidad instalada al equipo (perfiles técnicos que conocieran de contabilidad, por ejemplo) y empezar a trabajar con herramientas que puedan ir construyendo la contabilidad diariamente.

Diseñamos un plan de acción que contempló:

1- La selección de un software de gestión y el orden de todos los procesos administrativos que generan contabilidad. En este punto hicimos mucho hincapié en que la contabilidad es el lenguaje de la gestión y, teniendo ordenada la primera, podríamos empezar a reunirnos mensualmente para apuntalar las decisiones económicas-financieras del negocio.

2- Encontramos un estudio contable que hablará el lenguaje de la gestión y que supiera extraer la información desde el software elegido. No fue difícil para nosotros tender este puente que hizo que mejorara la veracidad de la información contable.

3- Dejamos capacidad instalada en el equipo de trabajo. Con este punto garantizamos el flujo de información en la empresa y nos aseguramos que siempre el sistema esté al día.

Resultados

En seis meses de trabajo logramos finalizar este proyecto de forma exitosa. Gracias a nuestro seguimiento semanal, la contabilidad se empezó a construir internamente en la empresa y hoy podemos asegurar que está al día para que cualquier Estudio Contable pueda verificarla y cerrar balances. La empresa ya no depende más del contador de turno, depende de ella misma!

También logramos apoyar a esta empresa para que pueda trabajar de forma más profesional y pueda tener los números más claros y seguir creciendo sin pensar en la contabilidad como un dolor de cabeza.