La crisis económica es generalizada y el impacto de la devaluación post-PASO se sigue viendo en diferentes industrias. La de los panaderos no fue la excepción, ya que advierte estar pasando por uno de los peores momentos en la historia.
Así lo decía en su paso por Radio Campo -por Radio Colonia- el titular de la Federación de Industrias Panaderiles de la provincia de Buenos Aires, Raúl Santoandré, que explicaba que ya venían complicados por los grandes aumentos en las tarifas de gas, electricidad y agua, por ejemplo, y que esto acarreaba pérdidas.
Sin embargo, ahora advierten que están -además- pagando un 41% de IVA en este momento: “Son números impagables para una pyme o una pequeña panadería de barrio”, explicaba.
En los últimos días, la materia prima esencial -la harina- se encareció y tomó precios más altos luego de la última devaluación, eso hizo que los costos generales sean aún mayores.
“Somos pequeñas industrias familiares que venimos de segundas o terceras generaciones trabajando en nuestros comercios, y cuando ven que abrimos las puertas significa que trabajamos hace cinco o seis horas elaborando el producto para vender a nuestros vecinos”, comentaba Santoandré.
En esa línea, asegura que se nota cómo la gente ha perdido poder adquisitivo, y el cliente viene al comercio a comprar con lo que le queda, con el resto de dinero, y compra “lo que puede”. Últimamente, dice, compran de a 10, 15 o 20 pesos el pan: “Es terrible ver las caras y pensar la situación que estamos viviendo”.
“Uno apuesta a que el país salga adelante trabajando, pero trabajamos todos los días y aún así no alcanza. Nunca fuimos recibidos por los gobiernos más allá de los pedidos que hemos hecho”, dijo, y resaltó que el único funcionario que los recibió en el último tiempo fue Leonardo Sarquís, titular de Agroindustria bonaerense.
Como panaderos, dijo, necesitan llevar un producto que esté al alcance de la mesa de los argentinos, y necesitan dialogar con los funcionarios correctos, concluyó.