A partir de la declaración de Bolivia sobre la detección de la maleza Orobanche en sus plantaciones de girasol, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) inició acciones de monitoreo con el fin de prevenir el ingreso a la Argentina de esta plaga que representa un riesgo para la producción local.
Asimismo es que tanto desde el ámbito público como desde el privado se están aunando esfuerzos, con el objetivo de definir estrategias articuladas para trazar una red de vigilancia para la detección temprana y control de la plaga, en caso de una eventual incursión de la misma.
Orobanche cumana es una planta parásita que se alimenta a expensas del agua y los nutrientes que extrae del girasol, provocando que éste detenga su crecimiento, pudiendo incluso provocar su muerte.
Sus diminutas semillas pueden dispersarse por el viento, agua, animales o el hombre e incluso pueden adherirse a la superficie de maquinarias, herramientas y vestimentas, por lo que representa un gran riesgo para la producción de girasol.
En Argentina Orobanche es considerada una plaga ausente, de importancia cuarentenaria. Es por ello que el Senasa establece requisitos fitosanitarios específicos para el ingreso de semillas de países donde está presente.
Datos sobre la Orobanche cumana en Girasol
-Mide aproximadamente entre 40 y 60 cm. Su tallo se parece a un espárrago que brota en la base de las plantas de girasol y florece al mismo tiempo que dicho cultivo.
-La compra de semillas certificadas por el Inase resulta vital para evitar la dispersión de semillas afectadas por esta maleza.
-Ante sospechas comunicarse con el Sistema Nacional Argentino de Vigilancia y Monitoreo de Plagas (Sinavimo).