La superproducción de granos llevada adelante por los principales países productores de materias primas, liderados por Estados Unidos que cosechará 118 millones de toneladas de soja y 385 millones de toneladas de maíz, es la causa por la cual desde octubre de 2014 el mercado granario ingreso en un ciclo de commodities con precios a la baja como hace nueve años no se veía. La merma en la rentabilidad del hombre de campo se traduce en menor inversión.
Una de ellas es la industria metalmecánica, que en Europa impacta de manera importante y se descuenta que no arrancará sino hasta el 2018. Argentina es la excepción a la regla. Los cambios en el agro a partir de la quita y reducción de retenciones produjo no sólo un aumento del área de siembra sino también la necesidad de adquirir maquinaria para hacer frente al crecimiento.
La mejora en el tipo de cambio acompañado por una línea de créditos a tasa subsidiada impulsada por el Gobierno es las claves de la mejora. Datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) muestran que en el tercer trimestre del año la venta de máquinas medida en unidades subió un 52,8% con relación a igual período de 2015; mientras que el nivel de facturación creció 96,2% en similar período. Del total de las operaciones, los tractores explicaron casi el 43% de las ventas facturadas; las cosecharas el 19,5%; las sembradoras casi un 19%, y los implementos el 18 por ciento. Al comparar las ventas por unidades, las sembradoras mostraron el mayor incremento con una mejora de 148,4%; seguida por los tractores (65,4%), cosechadoras (52,8%) y los implementos (41,2 por ciento).
Todo lo contrario se ve en la plaza externa. Un trabajo de Mario Bragachini, especialista del INTA Manfredi sostuvo que el mercado de tractores a nivel mundial cerrará el año con una disminución de las ventas. En Europa será de un 6% menos; en Brasil, de 17%; en Rusia, de 19%, y en Japón, del 24 por ciento. Por su parte, en EE.UU. el segmento de tractores de más de 100 HP tiene una participación menor al 22 por ciento. Días atrás se desarrollo en Italia la Exposición Internacional de Máquinas para la Agricultura y la Jardinería, instancia en la que el presidente de la Federación Nacional de Constructores de Maquinaria Agrícola (FerUnacoma), Massimo Goldoni, reveló que en 2006 se vendían 30.000 tractores en ese país y el año pasado sólo 18.400 unidades. Haciendo prever un 2016 por debajo de las 18.000 unidades. La crisis ha provocado una disminución del 9% de empresas desde 2010 al 2013. La situación local hace que muchas empresas extranjeras miren al agro argentino como una oportunidad para volver a invertir. Es el caso de John Deere, New Holland, Claas y Case, entre otras.
Los números del Indec muestran que en el tercer trimestre el campo compró 2.106 tractores, de los cuales 1.659 fueron locales y 447 de origen extranjero. Esto representó un 21% del total. Mientras que en la relación anual y sobre 1.273 unidades, sólo se habían importado 80 máquinas; es decir, apenas un 6,2 por ciento. Un punto negativo reconocido por fuentes de la industria es que hasta el año pasado las multinacionales ensamblaban sus máquinas en Argentina, generando empleo, pero ahora las están trayendo directamente. Lo cierto es que la industria se reactivo. Sólo vale recordar que el 90% de los empleos de la maquinaria agrícola están en Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, todos radicados en los pueblos del interior productivo. Genera unos 45.000 puestos directos y otros 45.000 indirectos.
Se estima que la demanda continuará en 2017. El 90% de los empleos de la maquinaria agrícola están en Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires En el tercer trimestre los tractores explicaron el 43% de las ventas facturadas con relación a 2015
Incentivo :
Acceso a mayores créditos Productores agrícolas podrán acceder a créditos para la adquisición de maquinaria agrícolas a una tasa del 11% de interés anual. Este se hará a partir de un acuerdo entre el Ministerio de Agroindustria y el Banco Nación; que lanzó la primera línea financiera bonificada para este sector. Las operaciones podrán ser concretadas hasta el 31 de diciembre próximo.
El préstamo podrá llegar hasta el 100% del monto solicitado y la suma a ser bonificada por Agroindustria será de hasta de $2.500.000, por usuario o grupo económico. Para inversiones fijas, se evaluará el monto de acuerdo a cada caso particular.