Como consecuencia de las inundaciones y el posible desborde de la laguna La Picasa, que comparten las provincias de Santa Fe y Buenos Aires, la Ruta Nacional 7 continua cortada en un tramo de 54 kilómetros entre los Km 369 y 423, entre las ciudades santafesinas de Rufino y Diego de Alvear, pero también provocando alarma en la bonaerene Junín, ya que la Picasa deriva aguas a la laguna de Mar Chiquita, lo que podría comprometer el casco urbano juninense.
Pedro Cocco, vecino de la zona describió la situación:
Las lluvias provocaron que las aguas de la laguna obstruyan la Ruta 7, adonde se percibe baja visibilidad, viento y oleaje.
Según destacó la Policía de Seguridad Vial de Santa Fe, la calzada se encuentra intransitable y resbaladiza, por lo que en toda la zona se mantiene un operativo de tránsito alternativo con dos puestos de control y desvíos en el cruce de las rutas nacionales 8 y 33, en tanto que otro puesto está a cargo de la policía bonaerense en el cruce de las rutas 7 y 14.
La laguna La Picasa, cuyo extremo medio inferior occidental está en Santa Fe y el extremo noroccidental en Buenos Aires (partido de General Pinto), tiene una superficie de unos 300 kilómetros cuadrados y una cuenca conformada por gran cantidad de lagunas y bañados de 5.500 km de extensión, que abarca también el extremo sudoriental de la provincia de Córdoba.
Al ser una cuenca cerrada, sin conexión al mar, el colector final es el propio cuerpo de la laguna; por lo que tiene bajo potencial de escurrimiento y de infiltración, sin vías de escurrimiento marcadas, y una lentísima salida del agua, que se produce por evaporación e infiltración.