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La producción de biodiesel registró un incremento interanual del 30% en el primer cuatrimestre del año

El 1° semestre muestra un panorama alentador para los biocombustibles gracias a la salida exportadora. Pese a una actividad en plantas inferior al pasado, la producción de biodiesel registró un incremento interanual del 30% para enero-abril gracias al aumento del 45% en el volumen vendido al exterior. El...

El 1° semestre muestra un panorama alentador para los biocombustibles gracias a la salida exportadora. Pese a una actividad en plantas inferior al pasado, la producción de biodiesel registró un incremento interanual del 30% para enero-abril gracias al aumento del 45% en el volumen vendido al exterior. El sector productor de bioetanol a partir de maíz empezó a ver una mejora de su situación, frente al producido a partir de la caña de azúcar. La producción subió casi 12% en el 1° cuatrimestre ante la suba del precio fijado oficialmente y la reducción de costos que significa el ingreso de la cosecha.En términos agregados, el sector de los biocombustibles en Argentina mejoró su desempeño en los primeros seis meses del año respecto del mismo período del 2015. Si bien todavía no hay datos oficiales para el semestre completo, se estiman aumentos de producción tanto en biodiesel como en bioetanol. En el primero de los casos la actividad de las plantas permanece por debajo de los niveles alcanzados en el pasado, mientras que en el segundo la cantidad volcada al mercado interno –por ahora la única salida que encuentra la producción- estableció un nuevo récord.
Según datos del Ministerio de Energía y Minería, en los primeros cuatro meses de 2016 la producción de biodiesel totalizó 591.241 toneladas, en alza casi 30% respecto de las 458.612 toneladas correspondientes a los primeros cuatro meses de 2015. El principal driver que explicó la expansión fueron las exportaciones, puesto que cayó con fuerza el ritmo de colocación en el mercado interno. Este segmento tuvo una fuerte retracción en el comienzo de año, puesto que el precio fijado por el estado se ajustó a la devaluación sólo en forma gradual, quedando retrasado respecto del encarecimiento del aceite de soja en el mercado interno. Esta situación afectó principalmente a las plantas pequeñas y medianas, que tienen costos de producción más altos que las grandes (que producen su propia materia prima).
El incremento en la producción de biodiesel está generando mayor consumo interno de aceite de soja, lo que reduce su saldo exportable. No obstante, esta situación se vio compensada por el mayor procesamiento industrial de la oleaginosa en los primeros meses del año, hecho que generó una importante expansión en la oferta de aceite. Este mercado atraviesa una coyuntura externa favorable, principalmente por la menor disponibilidad de sustitutos. Con la caída en la producción de aceite de palma algunos importadores aumentaron la proporción de soja para cubrir sus necesidades de consumo. India fue el comprador de más del 50% de las exportaciones argentinas de aceite de soja del primer semestre del año. Durante gran parte del semestre el precio FOB del aceite de soja superó al del biodiesel.
Las ventas externas de biodiesel durante el primer cuatrimestre del 2016 totalizaron 263.945 toneladas, cerca del 45% del volumen producido en el período. A ese total deben sumarse 151.500 tn en mayo y alrededor de 200.000 toneladas en junio. En este mes los embarques alcanzaron su nivel más elevado desde octubre de 2014. En las cifras se detecta una peligrosa concentración del comercio exterior en Estados Unidos, con algo más del 85% del total de los embarques. Perú subsiste como comprador a pesar de que en las primeras semanas del año introdujo derechos compensatorios a sus importaciones. En este país se mantiene la obligatoriedad de corte del 5% de biodiesel con gasoil.

La utilización de la capacidad instalada por la industria permanece muy por debajo de sus posibilidades. Sobre 37 plantas que hay en el país, se estima un potencial cercano a 4,6 Mt de producción anual, equivalente a unos 5.200 millones de litros. Aproximadamente el 80% del total se encuentra en la provincia de Santa Fe, con la mitad de los establecimientos. En el primer cuatrimestre del año se calcula una ociosidad cercana al 60%, que se redujo en meses posteriores pero persiste en niveles excesivamente altos.
Un hecho que ayudaría a reducir la brecha entre producción efectiva y potencial sería el cumplimiento efectivo del corte del 10% vigente para el mercado interno, incluyendo al combustible diesel que se utiliza para la generación eléctrica. Esto crearía una necesidad no menor a 1,5-1,6 Mt de biodiesel para utilización local, a la que debería sumarse el volumen producido por las plantas grandes orientado al exterior.
Por ahora, no se avizoran posibilidades concretas de acceder a nuevos destinos de exportación, ya que Europa permanecerá cerrada al menos hasta 2017 y las condiciones del mercado no son favorables para atender otras demandas, como las del norte de África. El gobierno incrementó recientemente los derechos de exportación, que se ubican ahora en 7,15%, el nivel más elevado desde septiembre del año pasado, con el objeto de propiciar un mayor distanciamiento entre el precio FOB –que se está recuperando muy gradualmente- y el valor vigente para el mercado interno.
Para el año 2016 diversos analistas avizoran una producción en el rango de 2,3 a 2,5 Mt, con algo más de un millón de toneladas para el mercado interno y el resto para exportación. Con ello, Argentina participaría a nivel mundial del 7-8% de la producción y con no menos del 15% de las exportaciones. Asimismo, nuestro país continuaría representando más de la mitad de las importaciones norteamericanas de este producto, por delante de otros proveedores que tiene el país del norte, como Canadá e Indonesia.

Números alentadores en bioetanol
En los primeros cuatro meses del año la producción de bioetanol en Argentina resultó de 203.724 tn, cifra equivalente a 257,4 millones de litros. El crecimiento respecto del mismo período del año pasado ascendió al 11,8%. En la actualidad, toda la producción se destina a atender el mercado interno, favorecido este año con un incremento en el corte obligatorio que lo llevó del 10 al 12%. Si pensamos en un consumo de naftas cercano a 8,5 millones de m3 –casi 200 litros hab/año- habría potencial para que la producción de este biocombustible siga aumentando en el mediano plazo.
Sobre los números del primer cuatrimestre del año, aproximadamente dos tercios utilizó maíz como insumo y un tercio provino de la caña de azúcar. En el caso del cereal, para los primeros cuatro meses del año esto implica una utilización no menor a 400.000 tn. De a poco esta industria comienza a absorber una proporción creciente en el consumo interno de maíz, encaminándose a superar 1,2 Mt a lo largo de todo el año. En la distribución comentada cabe aclarar que el período de mayor utilización estacional de caña de azúcar es justamente el segundo semestre del año, cuando comienza la zafra en las provincias del norte del país.
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Al igual que sucede con el biodiesel, el mercado interno tiene un precio regulado por el Ministerio de Energía y Minería, que en la actualidad se encuentra desdoblado según el insumo utilizado. El etanol producido a partir de la caña de azúcar cuenta con un precio ligeramente más elevado que el procedente de maíz, aunque desde el año pasado la diferencia entre ambos se fue achicando progresivamente. En diciembre los precios fijados por litro eran de $ 9,83 para el etanol de caña y $ 7,64 para el de maíz. Desde entonces el primero subió 32,6% y el segundo 63,3%.
Con este movimiento, las cinco plantas que producen etanol a base de maíz lograron frenar una tendencia progresiva al deterioro de sus márgenes. En el último año el costo del maíz necesario para producir un litro de etanol se multiplicó por tres, mientras que el precio interno del biocombustible se ajustó en una proporción mucho menor. La relación de precio doméstico litro de etanol/kg de maíz pasó de 3,4 en julio del año pasado a sólo 1,7 en junio de este año. El indicador podría mejorar sensiblemente si en las próximas semanas se produce la caída del precio interno del cereal esperada con el avance de la cosecha.

 

Por último, ante el gran potencial de incremento que se avizora en la producción de maíz en los próximos años, una posibilidad para fortalecer el consumo y lograr una mayor absorción de oferta con agregado de valor es a través de nuevos incrementos en la proporción de etanol mezclada en las naftas. Fuentes del mercado aseguran que el porcentaje podría elevarse gradualmente hasta llegar a 26% en la próxima década. De ser el caso, nuevas plantas deberían entrar en funcionamiento para atender la demanda mandataria, con inversiones millonarias.

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