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La promoción del consumo interno es el principal desafío para el biodiesel

La mayor parte de las ventas de biocombustible elaborado en base a aceite de soja se destinaron a EE.UU. Se espera que en el transcurso de este año puedan restablecerse las ventas de biodiesel argentino a la Unión Europea a partir del desmantelamiento –ordenado por la OMC– de...

La mayor parte de las ventas de biocombustible elaborado en base a aceite de soja se destinaron a EE.UU. Se espera que en el transcurso de este año puedan restablecerse las ventas de biodiesel argentino a la Unión Europea a partir del desmantelamiento –ordenado por la OMC– de los derechos antidumping impuestos por las autoridades comunitarias desde fines de 2013.

Las perspectivas para el principal mercado de exportación del biodiesel son, por el momento, inciertas. A fines de noviembre pasado la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA por sus siglas en inglés) propuso elevar de manera significativa el uso interno de biodiesel (lo que promoverá un aumento de las importaciones del producto). Pero un asesor del presidente electo Donald Trump –quien asumirá el próximo 20 de enero– señaló recientemente que la política de promoción de biocombustibles estadounidense debe ser reformulada para mejorar los márgenes de las refinerías petroleras (declaración que hizo que se derrumbaran los precios del aceite de soja en el CME Group).

En ese marco, el precio promedio ponderado de exportación del biodiesel argentino se derrumbó el mes pasado para ubicarse en 614 u$s/tonelada (muy cerca del mínimo histórico de 590 u$s/tonelada registrado en marzo de 2016) (ver gráfico).
El gran desafío para el 2017 –en el que están trabajando funcionarios de Agroindustria y Energía– es promover un mayor consumo interno de biodiesel en el agro (tractores), transporte público y generación de energía.

Si bien desde 2014 está vigente una resolución que indica que en “las empresas en las cuales sea técnicamente posible la utilización de biodiesel para la generación eléctrica” deberán realizar un corte del 10% con el biocombustible, el uso del biocombustible para ese propósito es bajísimo (apenas 2682 toneladas en los primeros diez meses de 2016, según los últimos datos oficiales disponibles).

En lo que respecta al corte obligatorio del 10% de biodiesel con gasoil para distribución en estaciones de servicio, en 2016 esa demanda descendió en línea con una desaceleración del consumo de gasoil (844.413 toneladas en enero-octubre de 2016 versus 915.022 toneladas en el mismo período de 2015).

Recientemente el gobierno nacional prorrogó hasta el 31 de diciembre de 2017 la exención al biodiesel destinado al mercado interno de la alícuota del 19% correspondiente al Impuesto a los Combustibles Líquidos. También eximió al biocombustible de la alícuota del 22% del Impuesto a la Transferencia e Importación de Gasoil al biodiesel destinado a la generación eléctrica.

En 2016 la producción argentina de biodiesel alcanzó un récord histórico del orden de 2,70 millones de toneladas, según datos de la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio). Con ese número la Argentina ocupa el cuarto puesto en el ranking mundial de producción del biocombustible.

Por otra parte, gracias al biodiesel, la Argentina se transformó en un importante elaborar de glicerina (subproducto del proceso de elaboración del biocombustible), la cual, además de emplearse como insumo en las industrias farmacéutica y cosmética, pronto comenzará a emplearse también para elaborar bioplásticos.