Agricultura

La provincia de Santa Fe invierte en arroz y alfalfa tolerantes a la sequía

Santa Fe llegó a un acuerdo con el CONICET para invertir 12 millones de pesos en dos variedades con características beneficiosas para la producción. Se trata de una iniciativa pionera en la cual una provincia se suma como socia de un proyecto biotecnológico de alto potencial económico.

La provincia de Santa Fe inició un convenio de colaboración y desarrollo con el CONICET para desarrollar arroz y alfalfa con características beneficiosas para producción. Se trata de una iniciativa pionera en el país por el cual una provincia se suma como socia en un proyecto de desarrollo biotecnológico que aspira a producir cultivos con mayor tolerancia a la salinidad y a la sequía.

A través de este convenio la provincia de Santa Fe aportará un total de 12 millones de pesos al Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL), de doble dependencia CONICET – Universidad Nacional del Litoral (UNL), para que el grupo de científicos liderado por la Dra. Raquel Chan desarrolle las dos variedades. 

“Una de las principales misiones del ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de nuestra provincia es la vinculación entre el conocimiento que se produce entre los laboratorios y los institutos santafesinos y el sector productivo, este es un gran paso que damos en esa misión de vincular pero también un avance pionero en cuanto al rol del estado”, indicó el gobernador Miguel Lifschitz. 

“La provincia quiere estar presente haciendo aportes que sean significativos pero también teniendo un rol activo como actor público sobre la propiedad intelectual de las patentes que eventualmente puedan surgir”, agregó. “Es importante no solo que las provincias asuman este rol sino también en la identificación de temas prioritarios y en la inversión de recursos públicos para su desarrollo”.

Erica Hynes, ministra de ciencia santafesina que llevó adelante las negociaciones, indicó que la provincia hay grandes institutos en biología molecular que realizan investigaciones con aplicaciones potenciales en el agro. “En esta oportunidad iniciamos conversaciones con Raquel Chan a fin del año pasado para que la provincia se convierta en una inversora pública en tecnología santafesina”. 

“Logramos el convenio en primer lugar con el CONCIET y en una segunda instancia lo haremos con la UNL. A medida que se consolide este proyecto bio vamos a seguir trabajando con los demás actores científicos de nuestro territorio. Santa Fe es muy competitiva en este sector, con muchos investigadores y tecnólogos de primer nivel, no solo en el país sino como referentes internacionales, y esta es una gran oportunidad para que la ciencia se convierta en más recursos, más producción y más oportunidades en la provincia”, indicó. 

Investigación en arroz y alfalfa con tecnología de punta

Al frente de este proyecto estará Raquel Chan, investigadora santafesina reconocida internacionalmente por ser la primera en identificar el rol del gen HB4 en las plantas, conocido como “el gen de la sequía”, pues modula las respuestas ante estrés hídrico. Chan tiene a su vez una larga experiencia con el sector privado, ya que el desarrollo fue trabajado de manera conjunta con la empresa Bioceres. 

“El IAL esencialmente va a llevar tecnologías probadas en el estadio de prueba de concepto en plantas de Arabidopsis thaliana, que es una especie de ratón experimental para los investigadores de plantas, a cultivos de interés agronómico como alfalfa, maíz y arroz”, explicó Chan. “Vamos a abordar dos estrategias en paralelo: por un lado sobreexpresar genes que confieren tolerancia a factores ambientales adversos, en particular la salinidad de los suelos, y mayor biomasa y producción en estos cultivos, y por el otro intentar editar los genomas de estas plantas con los mismos objetivos”.

La investigadora destacó que la diferencia esencial entre estas dos estrategias es que en el primer caso se generaría un (organismo genéticamente modificado, (OGM) mientras que en el segundo, al menos según la legislación de varios países incluyendo el nuestro, no sería un OGM y se podrían hacer los ensayos normalmente con menores medidas de bioseguridad.

“Este paso es fundamental para el desarrollo agropecuario de Santa Fe y del país ya que integra capacidades de investigación nacionales radicadas en la provincia, necesidades provinciales claras, como la de tener cultivos tolerantes a salinidad para la región del norte, y financiamiento compartido para este proyecto que se inicia en el IAL pero continuará con otros institutos de investigación radicados en Santa Fe”, indicó la investigadora. 

Según el convenio, los desarrollos que se produzcan a partir de este nuevo trabajo serán compartidos por el gobierno de la Provincia de Santa Fe, el CONICET y la UNL