El Estado Nacional obtuvo en 2017 unos $68.000 millones de los productores agrícolas por el mantenimiento de retenciones a la soja en 30%, y según un estudio del Ieral, la reducción paulatina de ese tributo, a razón de 0,5% mensual a lo largo de 2018, tendrá un impacto fiscal de unos US$ 500 millones o $ 10.000 millones respecto de la situación anterior.
De todos modos, la recaudación en pesos podría llegar a ser mayor este año y crecería en casi $5.000 millones por el impacto de la mejora del tipo de cambio.
El economista jefe de Ieral (el instituto de estudios de la Fundación Mediterránea) Juan Manuel Garzón, trazó diversos escenarios para analizar el impacto de la baja progresiva de las retenciones a la soja, que actualmente se ubican en 29,5% y debería reducirse mes a mes para ubicarse en 24% a fin de este año.
Según el experto, debido a esa gradualidad el impacto fiscal de la medida sería bastante menor del que surge de otras fuentes, que hablan de una caída de la recaudación de US$ 1.000 millones o $20.000 millones. Para la Fundación Mediterránea, sería de aproximadamente la mitad.
La elevada diferencia entre estos cálculos surge porque otros analistas económicos toman la reducción anual de retenciones (llegaría a 6 puntos porcentuales) y aplican el descuento “todo junto a la vez”.
Garzón siguió teóricamente el mismo razonamiento y concluyó que, en ese caso hipotético, la recaudación efectivamente caería en unos US$ 944 millones o $ 18.000 millones. Pero se trata de un escenario erróneo debido justamente a la gradualidad de la reducción de las retenciones a lo largo del año.
En rigor, cuando entre mayo y junio se recolecte la mayor parte de la cosecha de soja 2017/18, la retención efectiva se ubicará en 27,7%, y no en el 24% previsto recién para fines de 2018.
De allí que en el escenario “gradual” que decidió aplicar el Gobierno el impacto fiscal sea bastante menor. Según el trabajo del Ieral, en este caso el impacto fiscal de la medida sería de sólo $ 10.100 millones o US$ 506 millones, la mitad de lo que usualmente se ha calculado hasta ahora.
“Desde otra perspectiva, el esquema de baja ‘gradual’ versus la baja ‘de una sola vez’ le permite al fisco reducir en un 46% el costo de la baja para el año 2018”, explicó el economista.
La mayoría de los análisis, además, no están tomando en cuenta la suba que dispuso el Gobierno para las retenciones al biodiesel, uno de los principales derivados de la industria de la soja.
En ese caso, luego de las sanciones aplicadas por Estados Unidos al biocombustible argentino, los derechos de exportación fueron elevados de 0% a 8% y aportarían unos $ 1.800 millones, y los ingresos por esa vía compensarían una parte del dinero que se dejará de recaudar por la menor presión fiscal sobre el poroto, los pellets y el aceite.
El informe de la Fundación Mediterránea, por otro lado, asegura que “con el esquema de baja elegido por el Gobierno la recaudación 2018 será mayor a la de 2017 en términos nominales”, ya que los $ 73.500 millones que se obtendrían este año superan en 8% a los $ 68.000 millones recaudados el año anterior.
Esta mejoría de recaudación medida en pesos, de unos $ 5.500 millones, depende fundamentalmente de la previsión de que el dólar irá aumentando a razón de 1% mensual, desde los $ 18,7 tomados como promedio de enero. “En la simulación el tipo de cambio 2018 se encuentra casi un 20% por encima del de 2017”, señaló Garzón.
El trabajo además ensaya un tercer escenario que es de alta probabilidad gracias a los altos stocks de soja que tiene el país en la actualidad: que los embarques de ese grano crezcan este año en 2 millones de toneladas respecto de 2017, pasando de 7,4 millones a 9,4 millones de toneladas.
En este caso, “la recaudación de derechos de exportación llegaría a $ 78.400 millones, con un incremento sobre recaudación efectiva de 2017 del 15%”, equivalente a unos $10.400 millones.
“Cada millón de toneladas adicionales de soja exportadas que se agregue genera $ 2.450 millones de recaudación en concepto de retenciones y mejora la situación para el fisco”, explicó Garzón.