No sólo el aumento de la demanda de divisas explica la suba del dólar en los últimos diez días. También coincidió con una notoria escasez de oferta, ante la decisión del agro de replegarse. Los motivos fueron el notorio atraso que exhibía el tipo de cambio, junto a la debilidad del precio de la soja.
Pero todo cambió en forma súbita. El precio de la soja tuvo un fuerte salto, que sólo ayer fue del 2,4%, hasta los USD 354,5 la tonelada. Desde principios de mayo que la oleaginosa no superaba el nivel de USD 350 y a mediados de junio incluso había caído hasta los USD 332. Desde el 20 de junio, el incremento ya llega a los USD 20 y resulta mucho más atractivo para avanzar con la liquidación.
El otro factor es lógicamente la recuperación del dólar, que aumentó exactamente un peso desde el 13 de junio, pasando de $ 16,18 hasta $ 17,18, el cierre de ayer. Esta suba del 6% en menos de un mes también representa un salto más que relevante desde el punto de vista del campo.
La tonelada de soja se venía operando en 3.700 pesos la tonelada en el puerto de Rosario, pero ayer ya superaba los $ 3.900 y se cerraron algunas operaciones en $ 4.000. Estos valores ya son muy atractivos y tanto en el Gobierno como los analistas de mercado creen que acelerarán las liquidaciones, lo que generaría un fuerte aumento en el ingreso de divisas al mercado local.
La reducción de las liquidaciones resulta significativa. En lo que va de 2017, según Ciara-Cec, la cámara que agrupa a los exportadores de cereales y oleaginosas, la liquidación en el primer semestre llegó $ 11.300 millones. La cifra es casi 14% menor de lo que se había vendido en el mismo período el año pasado.
Este aspecto junto a una mayor demanda de dólares por el cambio de cartera de muchos inversores que habían apostado por las elevadas tasas en pesos confluyeron para darle impulso al tipo de cambio por arriba de los $ 17, un nivel que pocos pensaron que alcanzaría a esta altura del año. Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que ayer divulgó el Central, la divisa llegaría a fin de año a $ 17,80.
Pero la incertidumbre electoral hace que los pronósticos cambien en forma permanente. La candidatura de Cristina Kirchner puso nerviosos a muchos inversores, sobre todo ante un escenario de un posible triunfo de la ex presidenta en la provincia de Buenos Aires.
Del otro lado, si finalmente no se da esta esta opción no hay que descartar que la divisa vuelva a bajar, ya que aumentaría el optimismo en relación al futuro del gobierno de Cambiemos y la posibilidad de implementar reformas económicas.