Las elecciones de agosto todavía resuenan fuerte entre los funcionarios del Gobierno y el propio Presidente Macri. Si bien desde sectores como la industria de los biocombustibles afirman convencidos que ven a los miembros del Gabinete actual preparando los papeles para volver a sus empresas, hay cuatro variables a las que el oficialismo apunta con expectativas de pasar a la segunda vuelta.
Así lo explicaba en diálogo con Radio Campo el analista político y columnista Sebastián Dumont, que advierte que para que Macri pueda llegar al balotaje efectivamente tienen que pasar muchas cosas al mismo tiempo. ¿De qué se trata?
En principio, apuestan a que Alberto Fernández pierda algún porcentaje de los votantes que consiguió en agosto. Para Dumont, esta parece la opción más difícil. Sin embargo, las expectativas están puestas también en la posibilidad de que vote más gente en octubre que en las PASO.
Pero, explica, lo que necesita el Gobierno es que todos esos votantes que se sumen a votar en las elecciones generales deben votar a Macri. Además de eso, y un poco más probable, esperan que se sumen al oficialismo los votos que consiguieron en las primarias los candidatos José Luis Espert y Juan José Gómez Centurión.
Divididos y dudosos, los votos de Lavagna todavía son otra de las esperanzas que mantiene el Gobierno. Es decir, saben que no se trasladarán los 8 puntos obtenidos a Macri, pero sí esperan con ansias alguno de esos puntitos de la tercera alternativa.
Todo eso debería darse, indicaba Dumont, para que Macri sume puntos y Alberto Fernández reduzca su porcentaje. Parece difícil de lograr, advierte, pero cuenta que es la “ilusión” que mantiene el oficialismo, que -según el especialista- “no le queda otra que ilusionarse”.