
Un informe reciente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, correspondiente al 30 de julio, revela un panorama alentador para el sector agrícola, destacando el impacto positivo de las lluvias generalizadas y una revisión al alza en la producción de sorgo.
El trigo recibe un impulso clave
Las recientes precipitaciones en toda el área agrícola han mejorado la oferta hídrica, lo que es una excelente noticia para el cultivo de trigo. En las zonas del norte del país, estas lluvias mejoran las reservas de cara al inicio de los estadios reproductivos. A nivel nacional, la implantación de trigo ha avanzado un 2.4% en la última semana, alcanzando el 98.3% del área proyectada de 6.7 millones de hectáreas (MHa). A pesar de algunos focos de excesos hídricos que causaron una leve disminución en el stand de plantas en los núcleos productivos, el 78.7% del cereal se desarrolla con una humedad "Adecuada a Óptima". Además, un impresionante 96.9% del cultivo se encuentra en una condición "Normal a Excelente".
La cosecha de maíz avanza sin cambios en la producción esperada
La recolección de maíz con destino a grano comercial continúa su marcha, cubriendo ya el 88% del área estimada a nivel nacional. El rendimiento medio nacional se mantiene en 72.3 quintales por hectárea (qq/Ha). Las labores están a punto de finalizar en la porción centro-norte de la provincia de Córdoba, donde los rindes promedio alcanzan los 80.5 qq/Ha. En contraste, en la provincia de Buenos Aires persisten algunas demoras, especialmente en las zonas centro y sur. A pesar de estos retrasos, se mantiene la proyección de producción nacional en 49 millones de toneladas (MTn).
Sorgo: rendimientos tardíos impulsan la producción
La cosecha de sorgo granífero ha mantenido un buen ritmo, especialmente en el norte del área agrícola, y ha alcanzado el 95% del total sembrado a nivel nacional. Con un rendimiento promedio de 35.3 qq/Ha, la estimación de producción nacional ha sido corregida al alza. Esta mejora se debe a los resultados superiores a los esperados de los planteos tardíos en el centro del país, que resistieron mejor de lo previsto a un intenso estrés térmico e hídrico. Gracias a este desempeño, la nueva proyección de producción nacional se ubica en 3.1 MTn, lo que representa un incremento del 3.3% respecto a la estimación anterior.