Según datos de la Dirección Nacional de Lechería y del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), la producción de leche comenzó el 2024 con un brusco desplome.
El ordeñe alcanzó a 834 millones de litros, lo que implica un 12,3% menos que en diciembre y un 12,7% por debajo del mismo mes del año anterior, cuando fueron 934 millones.
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Para tomar magnitud de lo que esto significa, hay que remontarse a diciembre de 2016 para encontrar una caída interanual más grande: en aquel momento, fue del 14,7%, de acuerdo con las estadísticas oficiales.
Según publica Infocampo, recordaron que es normal que la producción de enero baje entre 9 y 10% respecto a diciembre, por factores estacionales, fundamentalmente relacionados al clima caluroso que en muchas ocasiones estresa a las vacas y hace que produzcan menos.
Sin embargo, en esta oportunidad la variación intermensual fue negativa en 12,3% y para el Observatorio un argumento es precisamente “los elevados Índices de Temperatura y Humedad registrados en la mayoría de las regiones productivas”.
Cabe recordar que, a partir de la segunda quincena de enero, todo el país estuvo signado por una fuerte ola de calor.
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En paralelo, el OCLA consideró como otro factor desfavorable “las adversas relaciones de precios y costos que subieron por el efecto devaluatorio e inflacionario”.
“Esta caída corrobora el relevamiento previo que hicimos desde OCLA a finales de enero y principio de febrero, que indicaba bajas de producción interanual entre 6 y 18% en las diferentes regiones de producción”, mencionó el Observatorio.