Martín Cabrales y José Urtubey, dos de los referentes de la Unión Industrial Argentina (UIA), salieron este viernes a rechazar las eventuales gestiones que llevaría adelante el presidente electo Alberto Fernández para aplicar un aumento salarial generalizado porque advirtieron que “es imposible” y que “no se puede repartir de la nada”.
“Creo que es prácticamente inviable, imposible, no lo veo”, sentenció uno de los dueños de la empresa Cabrales en declaraciones a radio La Red.
El referente industrial se refirió a la posibilidad de que el próximo Gobierno establezca por decreto una suba del salario mínimo para tratar de reactivar el consumo, tal como trascendió el jueves y como deslizó el secretario general del gremio de Peones de Taxis, Omar Viviani.
Cabrales alertó que sería contraproducente para el sector productivo y especialmente para las Pequeñas y Medianas Empresas “que apenas pueden pagar los sueldos y llegar a fin de mes”. Y alertó: “Habrá empresas a las que directamente eso las puede llevar a quebrar”.
“No sé de dónde sale la medida, no sé cómo viene planeada, pero me parece una medida difícil de aplicar”, aclaró.
El dirigente industrial cuestionó sobre todo la posibilidad de que esa decisión se formalice a través de “un decreto, de forma unilateral” porque consideró que esta cuestión “hay que ir hablándola” en el marco de las deliberaciones que lleva adelante Fernández para alcanzar un pacto multisectorial que permita reactivar la economía y frenar la carrera inflacionaria.
“Se habla de una mesa de concertación de diálogo, donde también hay que hablar de otras cosas, medidas de fondo”, planteó. Y por último, Cabrales advirtió que la posibilidad del aumento salarial generalizado “puede ser que no sea una noticia real”.
Por su parte, José Urtubey, otro de los referentes industriales, también puso reparos a esa posibilidad al advertir que “no se puede repartir de la nada” y subrayó que “el ajuste lo hizo el sector privado en estos años por la falta de financiamiento por la excesiva prisión tributaria”.
“Creo que ahora lo que hay que empezar es buscar recursos a partir de mayores políticas de desarrollo que generen la posibilidad de darle marcha a un 45 % de capacidad ociosa”, reclamó en radio Colonia.
El dirigente salteño vaticinó “una suerte de veranito de pesos, en línea con que se van a desarmar algunas Leliq, en línea que habrá superávit comercial, pequeño pero superávit al fin, en línea con el cepo que evita que algunos pesos que iban al dólar se vuelquen al mercado interno” pero advirtió que “todo esto es transitorio”.
“Es como el cebador de un auto de los 80: no hay que abusar porque después si no se generan políticas que vayan a fondo para producir es una sábana corta”, comparó.