El avance sobre las tierras del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) fue el principio de los fuertes cruces entre banderas políticas y trabajadores del organismo. Días atrás, un proyecto de dos diputadas nacionales por el Frente de Todos manifestó la intención de modificar el Consejo Directivo del mismo y volvieron las repercusiones.
En esta oportunidad, el diputado nacional por La Pampa, Martin Berhongaray, habló en contra del proyecto propuesto por las legisladoras Mabel Caparrós y Alcira Figueroa.
"Es inaceptable pretender un desarrollo tecnológico sin intervención del sector privado y de las áreas académicas vinculadas con la ciencia y con la innovación del sector agroindustrial", manifestó Berhongaray.
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Martin Berhongaray diputado nacional por la provincia de La Pampa.
Para el legislador, lo que pretende este proyecto sólo se puede sostener desde una visión del mundo que entiende que "todo lo tiene que decidir el sector público, y que el sector privado no tiene nada que decir" en el desarrollo de la investigación y de la actividad productiva.
En ese sentido, señaló: "Queda claro que el proyecto no pretende integrar nuevos actores sociales en la conducción del INTA, sino simplemente dejar el desarrollo tecnológico en manos políticos-partidarias y reducir a un papel asesor a los científicos y a los productores, lo que significa dejarlos sin ningún protagonismo en las decisiones".
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En el proyecto sugerido por las diputadas oficialistas, remarcan que debe incluirse la paridad de género, este aspecto es compartido por Berhongaray. Por otra parte, el legislador manifestó que si hay nuevos protagonistas en la actividad agrícola hay que integrarlos pero "de ninguna manera sacarles la representatividad a los actores".
Para Martín, el INTA es un ejemplo a nivel mundial al igual que su funcionamiento, es por eso que antes de modificar "el engranaje de excelencia, deberían repensar la integración y la dinámica de cantidad de reparticiones estatales que no se sabe que es lo que hacen y para que están".
