Agricultura

Más del 70% de la soja, el maíz y el trigo en Argentina se cultiva en campos arrendados

Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario reveló que la mayoría de los productores son pequeños, pero la mayor superficie queda en manos de unidades medianas y grandes. La tenencia de la tierra sigue marcando diferencias en el agro argentino, porque más del 70% de la soja, el maíz y el trigo en Argentina se cultiva en campos arrendados.

Más del 70% del área sembrada con soja, maíz y trigo en Argentina corresponde a campos arrendados. Así lo indicó un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que destacó que “con predominio de pequeños productores, la mayor superficie está gestionada por unidades medianas y grandes”.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) para la campaña 2023/24, el 69,3% del trigo, el 69,9% del maíz y el 70,7% de la soja se produjeron bajo arrendamiento. Esta dinámica refleja el fuerte peso de los arrendatarios rurales, quienes asumen tanto el riesgo productivo como el financiero.

En total, se registraron 58.081 productores de soja, 45.914 de maíz y 33.829 de trigo, según cifras del Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA). Sin embargo, estas cifras no son acumulables, ya que muchos combinan doble cultivo, por ejemplo, trigo con soja o maíz.

Predominio de pequeños productores

La mayoría de quienes participan en la actividad agrícola integran el segmento de pequeños productores. El 67% de los productores de trigo siembra menos de 100 hectáreas, mientras que en soja y maíz esta proporción alcanza el 54% y 60%, respectivamente.

No obstante, la mayor parte de la superficie trabajada se concentra en explotaciones medianas y grandes. En soja y maíz, casi la mitad del área agrícola se desarrolla en establecimientos de entre 800 y 3.000 hectáreas. En el caso del trigo, ese segmento representa el 29%, mientras que adquieren mayor peso los productores que declaran hasta 200 hectáreas (35% del área).

Propietarios y arrendatarios de campos

Otro aspecto central es la relación entre la escala productiva y la tenencia de la tierra. Más de la mitad de los productores que trabajan hasta 50 hectáreas son propietarios. Pero a medida que crece la escala, disminuye la proporción de propietarios y aumenta la de arrendatarios. En otras palabras, los que gestionan grandes superficies lo hacen, en buena medida, alquilando campos de terceros.

De esta manera, la estructura productiva argentina combina un gran número de pequeños productores con una concentración de superficie en unidades medianas y grandes, bajo un esquema de arrendamiento que se consolida como pieza clave de la competitividad agrícola.