Desde la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR) dieron a conocer los resultados del Índice de Actividad del Mercado Inmobiliario Rural (InCAIR) correspondiente al mes de junio , marcando un valor de 44 puntos.
Este valor, significativamente inferior al registrado el mes anterior, refleja principalmente la disminución en la oferta de nuevos campos disponibles para la venta.
A pesar de esta baja, las consultas y visitas a los campos mantienen niveles satisfactorios, indicando un interés constante por parte de potenciales compradores e inversores. Asimismo, se observa un crecimiento progresivo de la actividad en las zonas fuera de la región pampeana, señalando un potencial desarrollo en áreas menos tradicionales del mercado inmobiliario rural argentino.
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Arrendamientos
En cuanto a los arrendamientos, la actividad se ha mantenido robusta y estable, reflejando una demanda continua en este aspecto del mercado. La Cámara también destaca la relevancia de otros factores incluidos en el InCAIR, como la cantidad de avisos publicitarios en medios nacionales, la participación en la web de CAIR, y la cantidad de operaciones concretadas durante el período analizado.
"El informe, que corresponde al índice número 128 desde su inicio, subraya la dinámica cambiante del mercado inmobiliario rural argentino, ofreciendo una perspectiva crucial para entender las tendencias y proyecciones futuras en este sector clave de la economía nacional", indicaron.
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Qué había pasado en mayo
En mayo de este año, la actividad en este mercado había alcanzado el pico más alto de los últimos 10 años, ubicándose 48,30 puntos. El análisis de la CAIR consignó que ese fue consecuencia de la “continua caída de la inflación mensual y la consolidación de la macroeconomía”.
En cuanto a la diferencia entre lo pedido y lo ofertado, el informe de mayo ya advertía que era “cada día menor” y que “la ausencia de oferta de campos agrícolas en zona núcleo” podría consolidar “una mayor demanda en zonas más alejadas”.