El grano de trigo puede aumentar su tamaño. Es que investigadores del INTA utilizan “la técnica de biotecnología moderna que permite hacer modificaciones muy precisas sobre el ADN, como si se editara un texto, la edición genética se está usando para mejorar las características de los cultivos, entre otros aspectos. En este caso, un equipo de investigación -integrado por especialistas del Instituto de Genética y de la Estación Experimental Agropecuaria Marcos Juárez, Córdoba, del INTA- utilizó las tijeras moleculares llamadas CRISPR/Cas9 para editar la secuencia del gen GW2, cuya función interviene en la determinación del tamaño de los granos. Los materiales resultantes de este trabajo no serán considerados como Organismos Genéticamente Modificados (OGM) y podrán ser manejados como materiales obtenidos por mejoramiento convencional.”
En este sentido, Ezequiel Bossio, quien lidera el Laboratorio de Transformación Genética Vegetal del INTA, señaló “que uno de los aspectos más importantes en la edición genética -además de todo el proceso- es la confirmación de que la modificación fue realizada en el sitio previsto y que puede transmitirse de generación en generación.”
Demandas de productores de trigo
“Con este nuevo enfoque se buscan mejoras agronómicas demandadas por los productores, que solo son factibles de lograr mediante biotecnología moderna, utilizando para ello los materiales más novedosos disponibles en el Programa de Mejoramiento del INTA”, reveló Bossio.
Y agregó que “previamente se habían reportado diferentes trabajos en gramíneas, en los que se demuestra que las mutaciones en el gen GW2 aumentan el tamaño de los granos”.
“En la actualidad, los productores demandan características relacionadas con el ciclo, la calidad, la sanidad y principalmente mejoras en el rendimiento”, sustentó Bossio y amplió que “es importante mencionar que, según la normativa vigente, los materiales resultantes de este trabajo no serán considerados como Organismo Genéticamente Modificado (OGM) y podrán ser manejados como materiales obtenidos por mejoramiento convencional”.
Además Bossio manifestó que “con este trabajo, no solo se está contribuyendo a la productividad de este cultivo mediante el desarrollo de materiales que, luego de ser seleccionados molecularmente, evaluados fenotípicamente y avalados por la Secretaría de Bioeconomía (Ministerio de Economía), serán directamente incorporados al Programa de Mejoramiento, sino que también se busca establecer un nuevo tipo de relación entre el laboratorio que aplica Biotecnología moderna para el mejoramiento de cereales y el programa de mejoramiento genético convencional”.
Resultados del estudio del trigo y los métodos
“Los vectores de edición, que contenían toda la información molecular de este sistema, fueron diseñados y ensamblados en nuestros propios laboratorios”, rotuló Micol Auteri, becaria doctoral, y sumó: “Estos vectores se introdujeron en el genoma de las células de trigo mediante bombardeo de micropartículas. Posteriormente, a través del cultivo in vitro de estas células, se logró regenerar plantas viables que fueron cultivadas en cámaras de cría”.
“Después del trabajo de secuenciación e interpretación de resultados -realizado en la Experimental Marcos Juárez por Leonardo Vanzetti- se constató que la edición del genoma había ocurrido en el sitio previsto y que interrumpía el funcionamiento del gen que nos interesaba anular”, aseveró Auteri.
¿De qué se trata la agricultura inteligente a la que apuesta el INTA?
“Es interesante mencionar que estos cultivar de INTA fue recientemente inscrito en INASE y que, para mediados de enero de 2024, ya teníamos confirmadas molecularmente plantas editadas para esos mismos genotipos”, declaró la investigadora.
A su vez, Auteri ratificó lo que se realizará en mediano y corto plazo: “Ahora queda por delante realizar los ensayos agronómicos comparativos para cuantificar el impacto sobre el rendimiento que tendrá la edición realizada, en cada uno de los individuos obtenidos. Este trabajo comenzará a partir de junio, con la campaña de trigo 24-25”.