Luego del anuncio del Gobierno sobre la reducción temporal de los derechos de exportación hasta el 30 de junio, el sector agropecuario mantiene sus dudas y cuestionamientos sobre la medida.
El coordinador de la Comisión de Granos de CARBAP, Pablo Ginestet, expresó su preocupación por el carácter transitorio de la medida:
“Nuestro principal reclamo fue la temporalidad de la medida, ¿por qué no dejarla fija? Además, tiene una fecha de vencimiento y después todo vuelve a la situación anterior”, señaló en Rivadavia Agro.
"Hay que hacer toda una nueva legislación para las declaraciones y exportaciones. Esto, de alguna manera, termina pareciéndose a los planes de dólar soja o el plan maíz y girasol de Massa”, agrego el dirigente.
Desde el Gobierno justificaron la medida en base al superávit de $1.000 millones en 2024, argumentando que este margen permitió la baja impositiva, aunque sin garantías de continuidad.
"Dijeron que esto tiene un costo de $1.000 millones hasta junio, pero que, hasta no contar con más certezas fiscales, no habrá más bajas de impuestos”, detalló Ginestet.
Si bien algunos dirigentes agropecuarios mostraron optimismo tras la reunión con funcionarios, Ginestet sostuvo: "Ellos no nos dejaron ninguna duda, esta baja es hasta el 30 de junio, y punto".
En cuanto a la posibilidad de que la medida se prolongue, opinó: “No entienden cómo funciona la ruralidad, el productor agropecuario no mira todo el tiempo si conviene estar en pesos o en un bono. El productor vende la soja cuando va necesitando dinero, es su manera de resguardarse, por todos los vaivenes que hemos tenido y con 40 años de historia económica no se cambia una cultura tan fácilmente”.
Sobre las ventas, el referente de Carbap destacó que aunque algunos productores van a aprovechar la baja temporal de retenciones, no se espera un aluvión de ventas masivas como se había pronosticado.
“Ojalá le sirva algún productor esta baja temporal de retenciones, los productores seguramente lo van a aprovechar, pero no es lo que el campo precisa ni lo que el campo quiere. Por ejemplo, aquel productor que va a sembrar trigo, va a terminar de sembrar a fin de junio dos, tres días después, el 1 de julio le vamos a estar subiendo 20 % los derechos de exportación. ¿Qué incentivo le vamos a dar a ese productor? ¿A que siembre trigo? Entonces creemos que tenemos que buscar otros mecanismos y asegurar esta baja permanente retenciones.” Indicó.
Por otro lado, Ginestet señaló que la medida perjudica a los exportadores más pequeños. “Lo que tiene esta medida es que no ponen igualdad de condiciones a todos los exportadores, porque no todos tienen la misma capacidad crediticia en el exterior como para ir rápidamente a traer dólares”
Además, remarcó: “Necesitamos una reforma impositiva seria que realmente resuelva los problemas del campo, no parches y soluciones temporarias que solo logran aplazar los problemas”
Por último, respecto a la implementación de la trazabilidad electrónica del ganado, prevista para marzo de 2025 que se postergará hasta 2026 indicó: “Era imposible que fuera implementado de manera correcta, arranquemos paulatinamente para ir testeando los sistemas para ver cómo se ve la implementación”, concluyó.