Si bien el mercado inmobiliario rural comenzó a reflejar una mejor tendencia a partir de la aprobación de la Ley Bases en el Congreso, el blanqueo de capitales es otra herramienta que está favoreciendo la venta de campos y propiedades rurales.
Las inversiones inmobiliarias tradicionales vieron afectada su rentabilidad por la falta de demanda y la incertidumbre económica. Sin embargo, el campo demostró una "nobleza" única al mantener una vacancia prácticamente nula. Esto lo ha posicionado como un refugio de valor frente a otros tipos de inversiones, ofreciendo estabilidad en tiempos de crisis
“Este blanqueo ha impulsado un notable aumento en las consultas por propiedades rurales, evidenciando un creciente interés de los inversores. Si bien los montos blanqueados son menores en comparación con blanqueos anteriores, las propiedades en el campo están ganando más terreno entre quienes buscan opciones de inversión en campos. Una de las principales causas de esto, es que la pandemia evidenció que, mientras otros sectores atravesaban crisis, el campo mantuvo su rendimiento constante”, explicó Federico Nordheimer, CEO de la inmobiliaria rural.
“Asimismo, un fenómeno que vemos con este blanqueo es la llegada de nuevos inversores, ajenos al mundo agropecuario, que han comenzado a ver el campo como una opción segura y fácil de administrar. A pesar de que inicialmente algunos inversores podrían tener reparos por la gestión de propiedades rurales, la realidad es que este proceso es sencillo y accesible. Con el respaldo de empresas que ofrecen servicios de administración, los inversores encuentran en el campo una alternativa con grandes ventajas, como la estabilidad de los ingresos y la tranquilidad de una renta segura.” agregaron desde Nordheimer Campos y Estancias.
A tres años de la pandemia y con este nuevo blanqueo de capitales, se observa un incremento notable en la demanda de tierras rurales. El campo no solo ofrece rentabilidad segura, sino también apreciación de capital, lo que lo convierte en un refugio de valor a largo plazo. Esta tendencia creciente refleja un cambio de mentalidad entre los inversores, quienes buscan seguridad en un mundo cada vez más incierto. Además, el campo ha demostrado ser una inversión versátil y confiable, tanto para grandes como pequeños capitales.
A futuro, las expectativas para el sector rural son positivas. Este blanqueo de capitales no solo ha incrementado la inversión en tierras, sino que ha reforzado la idea de que el campo es una inversión estratégica y de bajo riesgo. Con un panorama económico global que sigue siendo incierto, el campo argentino se posiciona como una opción cada vez más atractiva para los inversores que buscan seguridad y crecimiento sostenible. La estabilidad del campo y su capacidad de apreciación a largo plazo seguirán atrayendo a quienes busquen refugios de valor frente a la volatilidad de otros mercados.