El comienzo de junio da inicio a lo que se conoce formalmente como el invierno climatológico, el trimestre comprendido por los meses más fríos del año a nivel estadístico en Argentina: junio, julio y agosto.
Atrás queda un otoño climatológico (trimestre marzo-abril-mayo) que en líneas generales se comportó de acuerdo a lo que se preveía al salir del último verano tan extremadamente seco y caluroso: las temperaturas continuaron por encima de lo normal, y las lluvias muy de a poco intentaron normalizarse tras la histórica sequía.
Un otoño 2023 muy cálido y con lluvias en normalización
Datos aún extraoficiales indican que la anomalía de temperatura media del último trimestre en el país superaría el grado centígrado.
El aporte clave para que esto sucediese fueron los primeros 20 días de marzo en los que se ha producido en gran parte del país una de las olas de calor más agresivas que se recuerde. Luego, los meses de abril y mayo continuaron cálidos en general, sin irrupciones destacadas de frío como ha ocurrido en otros años recientes.
El inicio del otoño encontró a los suelos del país en una situación deplorable respecto al almacenaje de humedad. Solo una pequeña porción del sur de Buenos Aires había logrado terminar con superávit el verano mientras la sequía se recrudecía en gran parte de la zona más productiva de Argentina.
Con el correr del otoño, las lluvias de a poco volvieron a ser más frecuentes, primeramente en el nor-noroeste argentino, luego en otros sectores como Córdoba, antes de entrar a la etapa bien seca del año allí. Recientemente, la zona núcleo, que era la más postergada y necesitada de agua, tuvo un cierre de mayo fuera de todo pronóstico, con un evento extraordinario de lluvias generalizadas y abundantes por varios días, que logró dejar hasta 300 mm en algunos puntos del sur de Entre Ríos.
El probable retorno de El Niño y su impacto en el invierno en Argentina
Ahora, hacia adelante, el invierno climatológico se desarrollará con una neutralidad en el fenómeno ENSO que irá tendiendo hacia condiciones El Niño, en la medida que las aguas del Pacífico ecuatorial continúen calentándose como indican distintas proyecciones.
Según las últimas actualizaciones, la probabilidad de alcanzar anomalías de temperatura de superficie del mar en la región Niño 3.4 durante este nuevo trimestre roza el 90 %, con lo cual un evento El Niño se declararía oficialmente en los próximos meses, muy probablemente.
Este fenómeno será seguramente un gran modulador de las condiciones promedio a desarrollarse en Argentina en materia de precipitaciones y temperaturas, favoreciendo la ocurrencia de lluvias normales o por encima de lo normal, y temperaturas que en gran parte del país se mantendrían por encima de los promedios habituales.
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Camino a un invierno más lluvioso en Argentina, y sin tanto frio
En tal sentido, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) expresa cualitativamente, en su reciente actualización del Pronóstico Climático Trimestral (ver imagen de tapa), la idea de un trimestre junio-julio-agosto con lluvias superiores a lo normal sobre el norte del Litoral, este de Buenos Aires y oeste de la Patagonia, con lluvias al menos de categoría normal en el resto del país (exceptuando zonas de Cuyo y el NOA que entran en su habitual estación seca).
Este es un pronóstico muy alentador para que buena parte del centro del país y el Litoral continúen mejorando el estado general de los suelos en nada menos que la etapa más seca del año.
Por otro lado, la proyección de más precipitación que lo normal sobre la cordillera podría augurar una buena temporada de nieve este año en los principales destinos turísticos de invierno, aunque la permanencia luego de la nieve en la montaña irá muy ligada al comportamiento que vaya a tener la temperatura en promedio en estos meses.
Y en el comportamiento de la temperatura se encuentra un poco de más heterogeneidad. El pronóstico oficial del SMN indica una proyección de un invierno menos frío en líneas generales, con temperaturas por encima de lo normal tanto al oeste (Cuyo y NOA) como al este de Argentina (Buenos Aires, Capital Federal y el Litoral).
Gran parte de la Patagonia presentaría temperaturas dentro de los parámetros normales, poniendo entonces en duda cómo podría desarrollarse la temporada de nieve en los centros invernales, mientras que solamente la porción sur patagónica experimentaría un invierno más frío que lo normal.
Fuente: meteored por Christian Garavaglia
