El partido de Esteban Echeverría, al Sur de conurbano bonaerense, posee un área agroindustrial (plantas de faena avícola y bovina) y una zona rural que abarca casi 4.000 hectáreas destinadas a la producción agropecuaria. Aquí productores familiares, que trabajan junto al INTA San Vicente, proyectan la utilización del contenido intraruminal y heces bovinas para el mejoramiento de suelos degradados en establecimientos hortícolas agroecológicos. Además, ayudará a retener el agua.
Los productores participan de la Mesa de Desarrollo Local (junto con la Asociación Civil de Colonos de Esteban Echeverría, representantes municipales y de distintas instituciones nacionales que aportan ideas y propuestas) donde gestan estas propuestas. Para el jefe de la agencia INTA AMBA San Vicente, Leonardo Davies, “las Mesas con los diferentes actores son necesarias para optimizar la calidad de los productores que pueden ofrecerles a los consumidores productos frescos elaborados en el distrito”.
Guillermo Liemich, representante de la Asociación Civil Familias Productoras de Esteban Echeverría, explica los alcances de la propuesta: “El contenido intraruminal y heces es trasladado hacia los establecimientos indicados que deben poseer su correspondiente Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (RENSPA), una vez allí se descarga y composta, en este proceso debe alcanzarse una temperatura promedio de 60°C para que se produzca la desnaturalización de las proteínas facilitando el proceso de descomposición, siendo la duración del mismo de alrededor de 30 días”.
“Una vez realizado este proceso el productor lo distribuye en pequeñas cantidades de forma homogénea a los largo del predio e incorpora al suelo por medio de laboreo mecánico para que se produzca un segundo proceso de fermentación, ahora en condiciones anaeróbicas”, agrega Liemich quien recuerda que debido a la actividad ladrillera en la zona la tierra quedó degradada, sin fertilidad, con poca estructura, elevado contenido de arcilla y poca materia orgánica siendo esto determinante en la capacidad de la utilización agrícola de los suelos.
Puntualmente se eligió este material obtenido como desecho de la faena ya que se dispone de grandes volúmenes luego de la misma y genera un inconveniente a los frigoríficos para su eliminación de forma adecuada debiendo los mismos tener extensas piletas de decantación o instalaciones para secarlo y luego disponerlo en el SEAMSE, y además porque posee material vegetal parcialmente digerido lo que facilita el proceso de compostaje para los productores, se lee en el documento que formula esta iniciativa como alternativa a los fertilizantes.
Además, proyectan desarrollar un proyecto de investigación sobre los beneficios de utilizar este material como un efectivo contenedor de agua lo que ayudará a generar un aporte a toda la comunidad productiva y en especial al ámbito agroecologico proporcionando a la sociedad hortícola una herramienta de mejoramiento del suelo aún más sustentable.
Costos
Liemich destaca que “debido a las características de los suelos predominantes en las zonas para realizar una producción valorable en el mercado se utilizaban elevadas cantidades de fertilizantes sintéticos que cotizan en dólares, contribuyendo a aumentar los costos productivos y disminuyendo la competitividad de los productores que producían en suelos deficientes a pequeñas escalas y con escasa productividad”.
Este procedimiento genera un gran aporte de materia orgánica que mejora la estructura del suelo, la capacidad de retención de agua de los mismos y la fertilidad como consecuencia de los procesos metabólicos generados por los microorganismos presentes en el contenido intraruminal y heces recibidas, que pasan de ser un desecho de difícil eliminación a un sustrato preciado para el mejoramiento de los suelos y el aumento de la productividad de los establecimientos, generando mayores ingresos en los productores, suma el productor de Esteban Echeverría.
La mejora en los suelos genera la posibilidad de ampliar el horizonte productivo, permitiéndose sembrar especies que en las anteriores condiciones no se desarrollaban: esto hace que los productores puedan ofrecer al público especialidades y obtener un precio justo por los alimentos bajo procesos que no alteran el medio ambiente, cuidando y mejorando el suelo para las generaciones venideras.
Las familias cuentan con asesoramiento técnico de los profesionales del INTA San Vicente. Además, en la zona también colabora la Oficina de Desarrollo Local del INTA AMBA que está en la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ).
Por esto en la zona los productores hortícolas cosechan en forma agroecológica o en transición a la misma como consecuencia de la mayor concientización de los perjuicios que conllevan las malas prácticas agrícolas y la utilización de agroquímicos. “Los consumidores exigen cada día productos más saludables y obtenidos mediante procesos amigables con el medio ambiente y sin la utilización de productos tóxicos”, sintetiza Mariana Garófaloproductora de Esteban Echeverría.
Legislar
En el documento redactado, las familias que proponen este beneficio para los suelos, aclaran que el contenido intraruminal es proveniente de los frigoríficos aledaños pero que se han encontrado con problemáticas por la recepción de un material sobre el cual no hay una legislación o normativas claras.
“En este contexto –indican– se determinó con los establecimientos actuantes, tanto en la salida como el ingreso del material a los campos privados, que el trasporte llevará un permiso de transito donde se incluya el RENSPA del productor que recibirá el insumo y solo deberá ser descargado bajo recepción con firma y verificación de documentación por el chofer del vehículo.”
Proponen que el organismo ACUMAR, en colaboración con las entidades que sean necesarias, fije una legislación con norma bajo la cual pueda introducirse la eliminación por parte de los frigoríficos del traslado y la utilización por los productores del contenido intraruminal y heces bovinas generados como desecho del proceso de faena y utilizado como insumo por los productores hortícolas agroecológicos.
