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Repercusiones tras la marcha atrás del Gobierno con la suba de retenciones

El secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, anunció este lunes que el Gobierno nacional no impulsará la suba de retenciones para 18 complejos de las economías regionales, incluida la lechería, y que buscará incrementar en dos puntos porcentuales hasta el 33% la alícuota de los subproductos de la soja a modo de...

El secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, anunció este lunes que el Gobierno nacional no impulsará la suba de retenciones para 18 complejos de las economías regionales, incluida la lechería, y que buscará incrementar en dos puntos porcentuales hasta el 33% la alícuota de los subproductos de la soja a modo de compensación por la resignación de ingresos.

En el proyecto que el Ministerio de Economía enviará al Congreso para incrementar al 15% los derechos de exportación del conjunto de los complejos exportadores del país no estarán incluidas producciones como la olivícola, arrocera, de cueros bovinos, láctea, frutícola -con excepción del limón-, hortícola, del poroto, papa, ajo, arvejas, garbanzos, lenteja, miel, azúcar, yerba mate, té, equinos y lana.

Además, se llevará las retenciones del sector vitivinícola al 8%, mientras que la de subproductos de soja, como la harina y el aceite, igualará a la alícuota del poroto sin procesar. Asimismo, queda firme la decisión de aumentar la alícuota para maíz, trigo, girasol y carnes, entre otros complejos.

Las repercusiones

Al respecto, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, comentó que «luego de cuatro días de trabajo, el proyecto de ley que enviarían al Congreso incluiría la excepción de este impuesto a una veintena de producciones y por pedido de las entidades, la revisión de otros más: el maíz pinsingallo, cerdo, el tabaco, la forestación, el girasol, entre otros».

«Celebramos que el diálogo con las nuevas autoridades económicas sea productivo, remarcando, como lo hicimos en la reunión de hoy, que las retenciones no son el camino que hay que recorrer», completó.

Carlos Achetoni, presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), se refirió a los productos que quedaron con 0% y criticó los que tendrán un incremento de los derechos de exportación.

“Estamos conformes con la parte que llegó a cero. Obviamente que estamos disconformes con todas las demás [economías regionales] que tienen un porcentaje o que vayan al 15%. Estamos discutiendo situaciones y tratando de tener un trato acomodado y que los productores tengan un capital que les permita ir produciendo y ver la posibilidad de tener estabilidad”, agregó.

Sobre la vitivinicultura, indicó que el 8% “es una carga pesada para un sector que tiene un consumo interno importante y que ese consumo interno va a tener un mercado alicaído”.

En tanto, consideró que al pasar del 31% al 33% los subproductos de la soja no va a impactar en la producción. “Era una transferencia de recursos, el poroto se pagaba el 33% así fuera para el destino industrial o exportación en poroto. Ese diferencial era transferencia de recursos a la industria. Antes era para sustentar el precio del aceite, luego mutó para la harina de trigo y al sacar los diferenciales no tiene sentido que haya un diferencial en ese sentido”, puntualizó.

Consideró un obstáculo para la previsibilidad que no tenga fecha de finalización la mayor presión impositiva general. “Si tuviera fecha de vencimiento igual genera cierta incertidumbre porque cuando Eduardo Duhalde pidió un esfuerzo al campo lo pidió por seis meses y vamos a 21 años ya”, cerró.

Elbio Laucirica, presidente de Coninagro, contó que pidió que se reconsideren las retenciones al girasol y vino. “Si bien están abiertos al diálogo, me dieron pocas posibilidades por estos dos casos”, apuntó.

En la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) alertaron que el algodón, arándanos, nueces, productos congelados, entre otros, no fueron incluidos en la lista de productos con 0% de retenciones.

“Entendíamos que para nosotros, específicamente, se había utilizado un instrumento para lograr votos con las distintas provincias ya sea para diputados como senadores [con proyectos en el Congreso], haciendo un estudio de cómo se desplazaría el tipo de cambio y la brecha que quedaría entre lo que podemos vender y comprar insumos. Se licuaría antes de fines de febrero este tipo de cambio; es decir, volveríamos a foja cero”, dijeron.

En tanto, desde el CAA, manifestaron que «más allá de la comprensión por la delicada situación de las cuentas públicas reiteramos la necesidad de adoptar una política exportadora que contemple un esquema impositivo que fomente la producción y el agregado de valor para lo cual es necesario desarrollar un cronograma de eliminación de derechos de exportación a los complejos oleaginosos y cerealeros, como así también considerar la delicada situación de las economías regionales».

Por su parte, desde la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), criticaron la suba de retenciones a los subproductos de la soja, al considerarla que «es una muy mala noticia para la economía del país».

«La principal industria exportadora se verá castigada por la suba de impuestos y eso va a limitar severamente el flujo de divisas y atentará contra el empleo industrial de la soja. La industria siempre pidió igualdad tributaria y esos dos puntos eran un reconocimiento de esa condición fiscal, que ahora el gobierno rompe», finalizó.

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