Ni la llegada de Buryaile a Rafaela ni la invitación de Lifschitz a Casa de Gobierno neutralizaron la energía de los productores y vecinos del oeste del departamento Castellanos, que volvieron a juntarse en asamblea en el cruce de las rutas 70 y 13 en reclamo por respuestas del Estado. Luego del mediodía marcharon los 10 km que separa ese cruce de la Ruta Nacional 34 y se apostaron a ambos lados de la autovía, restringiendo el paso de los vehículos. La consigna fue clara: concientizar a la clase política y a la población en general sobre la situación terminal del campo.
Llegaron desde Vila, San Antonio, Castellanos, Marini, Ramona, Saguier, Bauer y Sigel, Josefina, Fidela, Roca, Egusquiza, Aldao, Bigand, Villa San José, Fraga, Rafaela y hasta de El Trébol, productores y ciudadanos de a pie, más de 500, con la esperanza eterna del hombre de campo, que ansía ver salir el sol todos los días. La proclama del sábado pasado era que se presenten autoridades de la Provincia y la Nación, en este caso el Gobernador y el Ministro de Agroindustria, para que palpen la realidad que los atraviesa.
La movida tuvo rédito de antemano porque el lunes fueron invitados a una reunión con Miguel Lifschitz, en Santa Fe, a la que concurrieron 6 de los autoconvocados. Allí el mandatario escuchó los pedidos e informó el estado de las gestiones. La semana pasada firmó un convenio con el Instituto Nacional del Agua (INA) para hacer un estudio general de la región y el próximo viernes se reunirá con los integrantes de los comités de cuencas. Con todos los datos recabados prometió que el lunes comenzarán las obras que permitan atravesar la coyuntura, para salir de este mal momento, a la espera del plan integral que ya es indispensable.
Ante este panorama los productores y vecinos autoconvocados agradecieron el gesto del gobernador y la colaboración de gendarmería ante la protesta y decidieron concentrarse nuevamente en el cruce de las rutas 70 y 13 el próximo sábado 28 de enero, a las 12:00. Allí evaluarán la marcha de las gestiones y definirán planes de acción, en el caso que sea necesario.
SITUACIÓN CASI IRREVERSIBLE
Marianela Porta, productora de Vila, profesional, una trabajadora incansable, que además participó y participa de las distintas gestiones que se realizan desde la zona para propiciar las mejoras imprescindibles para el sector. En charla con LA OPINION brindó su testimonio sentido, responsable, que viene a aportar una de las tantas pinturas de la situación de los productores en general y de los tamberos en particular. Con la valentía que caracteriza a la gente de campo, con la ilusión maltrecha pero viva, Marianela nos contó la versión desde su perspectiva y desde su corazón: “Para mí los grandes responsables de todo lo que pasó fue la gente del Ministerio de Aguas de la Provincia y en la reunión del lunes ni siquiera hablaron. Lo único que les escuché decir es que van a medir el Vila – Cululú y desde febrero del año pasado que están diciendo lo mismo. Del Ministerio de la Producción, de la Secretaría de Lechería no puedo decir nada porque realmente ellos se hicieron presentes, estamos viendo de qué manera podemos trabajar y espero que le puedan encontrar la vuelta”.
Respecto del tiempo que se perdió entre una inundación y otra Marianela expresó que “no hay ninguna explicación, como tampoco hay explicación de los proyectos que la Provincia autorizó, aparentemente, y no aparecen. El Vila – Cululú se extendió por Santa Clara hasta Frontera muchos kilómetros y el proyecto no aparece. Estamos desesperados, el problema no es solamente para los productores agropecuarios sino también los pueblos”.
Con mucha emoción Marianela graficó la situación del sector: “Al productor tambero le han robado la identidad. A pesar de todas las crisis de la lechería tenía el orgullo de decir soy tambero. Hoy no es nadie, se cerraron 7 tambos y ese productor no es nadie porque no puede más decir que es tambero, ya ni tiene vacas. Todas esas familias del pueblo se fueron, la fábrica (Lácteos Aurora) se va a cerrar porque tiene menos del 50% de la leche que trabajaba. Son familias que van a quedar en la calle".