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El stock bovino argentino creció 1,4% en marzo

En marzo de 2017 el stock bovino nacional argentino fue de 53,353 millones de cabezas, una cifra 1,4% y 3,7% superior a la del mismo mes de 2016 y 2015, respectivamente, según los últimos datos publicados por el Senasa. El mayor crecimiento interanual del stock bovino se registró...

En marzo de 2017 el stock bovino nacional argentino fue de 53,353 millones de cabezas, una cifra 1,4% y 3,7% superior a la del mismo mes de 2016 y 2015, respectivamente, según los últimos datos publicados por el Senasa.

El mayor crecimiento interanual del stock bovino se registró en las provincias del NOA (Tucumán, Salta y Santiago del Estero) con una suba del 5,6% en marzo pasado respecto del mismo mes de 2016 (en números absolutos son 158.098 cabezas adicionales), según detalla el sitio Valorsoja.com. También creció mucho en la región patagónica (Neuquén, Río Negro y Chubut) con un alza del 5,4% (+53.922 cabezas) y en la semiárida ( San Luis y La Pampa) con una suba del 3,8% (+177.194).

Pero en las provincias de la zona pampeana (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos) el crecimiento fue marginal con una suba del 1,6% (+528.327), mientras que en el NEA (Corrientes, Formosa y Chaco) descendió 2,7% (-258.767).

El stock nacional de vacas en marzo pasado era de 23,362 millones de cabezas (+1,8% que en el mismo mes de 2016), mientras que el de vaquillonas sumaba 7,765 M/cabezas (+2,9%), lo que indica que en el último año se llevó adelante un proceso de retención de vientres (señal sectorial que indica una mayor confianza en el potencial del negocio).

En 2008 el Senasa registró, a nivel nacional, un total de existencias bovinas de 57,583 millones de cabezas. Pero a partir de ese año comenzó una fase intensiva de liquidación de hacienda que llevó el stock a un piso de 47,973 M/cabezas en 2011. Recién a partir de 2012 las existencias bovinas comenzaron a recuperarse (aunque muy lentamente).

Al ritmo promedio de crecimiento del stock bovino registrado en los últimos dos años, se necesitarían al menos cuatro años más para lograr alcanzar el nivel de existencias presente en 2008.

La sequía del período 2008/09 también restó gran cantidad de recursos forrajeros a la ganadería argentina. Pero, además del factor climático, el sector pecuario sufrió una oleada gigantesca de desincentivos a partir de la intervención kirchnerista tanto del mercado externo como interno (que planchó los precios de la hacienda de manera artificial para promover una faena descomunal de vientres).

Los datos utilizados para la construcción del mapa de stock bovino argentino surgen del Sistema Integrado de Gestión de Sanidad Animal (SIGSA) del Senasa.