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Suelos con más carbono: el desafío técnico que mejora rendimientos y rentabilidad

Prácticas agronómicas como el uso de cultivos de servicio, rotaciones diversificadas y un manejo integral de la fertilización pueden recuperar el carbono del suelo, mejorar su estructura y potenciar los rendimientos. Especialistas del INTA destacan la importancia de adaptar estas estrategias según el ambiente y el tipo de suelo.

La incorporación de carbono orgánico al suelo no es solo una práctica ambientalmente sostenible, sino una decisión estratégica que puede mejorar notablemente la productividad agrícola. Así lo sostienen investigadores del INTA, que promueven un enfoque integral para la gestión del carbono orgánico del suelo (COS) a través de rotaciones inteligentes, cultivos de servicio y fertilización planificada.

Marcelo Beltrán, investigador del Instituto de Suelos del INTA Castelar, explicó que la acumulación de carbono varía según las características del ambiente: “En regiones áridas o semiáridas, el incremento anual ronda entre 0,1 y 0,2 toneladas por hectárea. En cambio, en zonas húmedas o subhúmedas, puede alcanzar entre 0,3 y 0,5 toneladas, e incluso superar las 0,6 o 0,7 toneladas por hectárea por año”.

Beltrán destacó especialmente el potencial de los suelos de la Región Pampeana: “Los molisoles, como los suelos negros del sudoeste bonaerense, pueden contener más de 100 toneladas de carbono en los primeros 30 centímetros de profundidad”.

El investigador remarcó que estas reservas actuales están por debajo del umbral potencial, por lo que urge avanzar en prácticas que permitan “recarbonizar” los suelos: es decir, recuperar y aumentar los niveles de carbono mediante una mayor producción de biomasa vegetal, cobertura del suelo y mejora en la gestión de los recursos.

suelo

Entre las estrategias recomendadas se encuentran:

-Incrementar el uso de gramíneas en las rotaciones.

-Incorporar cultivos de servicio y de cobertura de invierno.

-Manejar de forma integrada la fertilización.

-Alternar con pasturas en los esquemas productivos.

Estas prácticas no solo ayudan a fijar carbono, sino que además mejoran la biodiversidad del sistema, la tasa de infiltración del agua, la fertilidad del suelo y, en consecuencia, su productividad y rentabilidad.

Además del aporte de Beltrán, en el panel “Estado actual, perspectivas y estrategias para el COS en Argentina” participan referentes del ámbito público y privado como Marcelo Torres (Aapresid), María Beatriz "Pilu" Giraudo (Senasa/INTA), Marcos Bradley y Guillermo Delgado (Syngenta), Florencia Moresco (Red de Carbono Aapresid) y Jorge Gambale (Aapresid).

El panel forma parte del Congreso Aapresid 2025, que se lleva a cabo del 6 al 8 de agosto en el Predio Ferial de La Rural, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El evento reúne a especialistas nacionales e internacionales para debatir sobre innovación, sustentabilidad y los grandes desafíos del agro argentino. En esta edición, el carbono del suelo se posiciona como una de las temáticas centrales, por su vínculo directo con la productividad, la salud del suelo y el impacto climático.

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