La Federación Argentina de Productores de Tabaco (FAPT) solicitó a las autoridades nacionales que no se incremente la carga fiscal que pesa sobre el sector, que hoy alcanza el 70%. Recordaron que la economía regional está en crisis y que de ella dependen cerca de 1.000.000 de personas, especialmente en el norte de país. La preocupación tiene que ver con la posibilidad de que un nuevo incremento en la carga impositiva de los cigarrillos impacte en el equilibrio fiscal de toda la cadena productiva. Por este motivo, desde el sector enviaron una carta al jefe de Gabinete, Marcos Peña, y otras autoridades nacionales.
La entidad que agrupa a productores, cooperativas, cámaras y empresas tabacaleras, solicitó su "urgentísima intervención" para lograr la prórroga al 7% de Fondo de Asistencia Social (FAS) que grava la venta de cigarrillos "dado que en caso contrario, el 1 de mayo tal impuesto se incrementaría casi un 200%, para alcanzar una alícuota del 21%, lo que dañaría seriamente a todo el sector".
Se trata de una situación similar a la de la industria del champagne, que también está alcanzada por la misma exención que ahora el Gobierno dejaría sin efecto.
En el caso del tabaco, la carga tributaria que pesa sobre el sector alcanzó el 69,3% en 2015, Son cinco los impuestos que gravan la actividad: Fondo de Asistencia Social; Fondo Especial del Tabaco; Impuestos Internos; Impuesto al Valor Agregado e Ingresos Brutos. A través de estos tributos, el Estado recaudó $ 30.000 millones el año pasado, un 65% más que lo recaudado por Bienes Personales en el mismo período y equivalente al 58% de la recaudación del complejo sojero.
Según un documento de la entidad empresaria "con la actual presión cercana al 70% del precio final del producto, un aumento de impuestos a los cigarrillos sería un notable estímulo al consumo de cigarrillos ilegales, generando una disminución en la recaudación del Estado".
Al respecto, Pedro Pascuttini, presidente de FAPT, calificó como "inconveniente" que se vuelva a cargar sobre un mismo sector el costo del financiamiento del Estado".
En la misma, el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, aseguró que "la gestión tradicional de mantener el FAS al 7% nos puede permitir avanzar en niveles de consenso, que tengamos los acuerdos de recaudación establecidos y así asegurarnos un horizonte que nos permita salir".
Según la entidad, el cultivo de tabaco es un actor esencial para el desarrollo de las provincias del NOA y NEA, ya que genera recursos, amplía la base laboral y es fundamental para desarrollo social de las comunidades y la constitución del producto bruto geográfico. "Sólo en la fase del cultivo, el tabaco genera más de 45.000 puestos de trabajo en las siete provincias productoras, lo que equivale al 10% del total de los puestos del sector público en esos distritos", señala la FAPT en su documento en el cual le pide a las autoridades que no aumenten la presión fiscal sobre el sector "y que tengan en cuenta que el tabaco es una fuente genuina de trabajo, que requiere de 120 jornales por hectárea mientras que para la soja, el trigo o el maíz se necesitan solo 0,44 jornales".
Argentina es el octavo productor mundial de tabaco y el séptimo exportador. El 80% de la producción la destina al exterior. En 2014, generó ingresos por más u$s 300 millones.
Fuente: El Cronista